Este año consiguieron y repartieron 1300 toneladas de alimentos recibidos de empresas de todo el País y en 2025 aspiran a superar la cantidad
Muy a pesar de la posibilidad de que la justicia colombiana obligue al Banco de Alimentos de La Guajira a pagar una millonaria cifra por concepto de los tributos que el organismo de control sostiene deben ser cancelados por esta organización de la iglesia católica, el 2024 a solo 72 horas de terminar, ha sido uno de los mejores años en cuanto a la asistencia social, sobre todo lo atinente a la entrega de alimentos a los hogares.
Rebeca Badillo Jiménez, la directora del organismo que está adscrito a la Diócesis de Riohacha, sostiene que fueron 1 300 toneladas las entregadas a las comunidades para darle un poco de ayuda a niños, adultos mayores y la familia en general. “Las beneficiadas fueron 145 organizaciones sociales a través de las cuales se hicieron llegar los mercados a la comunidad gracias a la ejecución de 92 proyectos que se consiguieron con diferentes organizaciones nacionales e internacionales, donde debo resaltar las que hicimos y continuaremos con Malteser internacional, Gerfen y Pinco”, dice Rebeca Badillo.
Según la ejecutiva, en el año que está por concluir, participaron en cinco convocatorias del Gobierno nacional para llevar asistencia social a las comunidades y pudieron ganar cuatro de ellos, lo cual es prueba fehaciente de la confianza que el país y sus instituciones tienen los Bancos de Alimentos, donde el de la Guajira, es uno de los más significativos por las condiciones de la comunidad y por las estadísticas de malnutrición de la población infantil, sobre todo en la etnia wayuu, donde el reporte estadístico, aunque ha mejorado en el último año, sigue siendo preocupante para los organismos de Derechos Humanos locales e internacionales.
Quieren recuperar 900 niños con malnutrición
La directora del Banco de Alimentos de La Guajira, sostiene que en este año 2025 que está llegando irán de la mano con la organización Malteser Internacional, “estamos trabajando de la mano para sacar del estado mal nutrición a más de 900 niños en Las Guajira, con Malteser creemos que saldrán de la desnutrición crónica muchos niños de este departamento, Inicialmente llegaremos a los municipios de Fonseca, Dibulla, Riohacha, Maicao, Uribia y Manaure”, sostiene Badillo Jiménez, quien añade que seguirán donando mercados a las familias en crisis y se debe anotar que cada paquete alimentario supera los 340 mil pesos. En la primera etapa tienen focalizados a 250 niños con problemas de malnutrición, indicó.
Desde La Guajira es el esfuerzo es mayor
Para la directora, desde el departamento de La Guajira, por su propia condición de carencia de grandes industrias o comercios fuertes, encontrar alimento excedente es muy difícil y entonces la gestión debe ser doble porque se deben a otras regiones del país y afortunadamente han sabido presentar los proyectos y convenios y a la prueba está que consiguieron 1300 toneladas de alimentos en diferentes zonas de Colombia. Esa cantidad de alimento recuperado y movida a la región es la mayor que consiguió La Guajira y la ubicó como el primero de los cuatro bancos de alimentos de la iglesia católica en todo el País.
Sombras negativas para el Banco de Alimentos
Pese a los excelentes resultados obtenidos este año, sobre el Banco de La Guajira se cierne un manto oscuro y es producido por la intención de cobro de impuestos por parte de la Dian que lo considera una entidad que debe tributar por mover dinero en las transacciones con la comunidad.
“Definitivamente, lo que más nos marcó a nivel de la Red Nacional ha sido las decisiones de la DIAN en torno a no reconocer que los bancos de alimentos somos organismos sin ánimo de lucro, somos organismos de la Iglesia católica en Colombia y que, por lo tanto nuestra naturaleza jurídica no nos lo permite, porque nosotros vivimos de donaciones, nosotros vivimos de donaciones y no es posible que de lo que nosotros recuperemos de las donaciones o del modelo de autosostenibilidad financiera económica que tenemos, solamente recuperamos un 40% de nuestros costos logísticos y si tenemos que tributar ent9nces nos condenan a desaparecer, entonces, en ese temor y con esa tristeza cerramos el 20204 porque todavía no tenemos respuesta si nuestra responsabilidad tributaria cambiará o seguiremos como hasta ahora”, expresó Rebeca Badillo.