Decenas de personas de varias partes de Colombia y del extranjero se dieron cita en la madrugada del sábado 1 de julio en San Pelayo, Córdoba, para recorrer las calles del pueblo desde las 4:00 de la mañana.
Acompañados por los mágicos sonidos de un bombardino, un redoblante, unos platillos y algunas trompetas, dieron inicio al Festival Nacional del Porro, una fiesta exclusiva de música de banda donde el pueblo se reúne para disfrutar de cuatro intensos e inolvidables días de música.
Las historias de los amantes de esta música se entrelazan entre trompetas, música y alegría, como el caso de una mujer de la tercera edad, natural de la ciudad de Bogotá, quien para su cumpleaños número 91 pidió a sus familiares que la trajeran a disfrutar de la versión Nº 43 del Festival de Porro en San Pelayo.
La mujer fue complacida y en medio de la Alborada bailó en compañía de sus familiares al son de los porros interpretados por las bandas que anunciaron el inicio del festival.
La anciana bailó y disfrutó cada interpretación que iba acompañada de guapirreos de aquellos que desde la noche anterior esperaban con ansias la llegada del alba. Hay quienes dicen que un cordobés que se respete no puede morir sin asistir a un alba del Festival Nacional del Porro en San Pelayo. En este caso, esta bogotana quiso venir y disfrutar de este mágico festival.
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