Era la 1:40 de la madrugada del 30 de enero cuando desde teleasistencia en la línea de emergencia ingresaba el llamado de los vecinos del sector de la Galería anunciando que una mujer de 37 años se encontraba en proceso de parto.
Los bomberos Jonathan Tovar y Ángela Restrepo se encontraban disponibles en el turno nocturno en la estación Fundadores. Estaban atentos a que en cualquier momento, desde la guardia, sonaran los dos timbres que son la señal para salir a atender una emergencia de atención prehospitalaria. El momento llegó.
“Desde teleasistencia nos reportaron que había una amenaza de aborto de una persona gestante en la Galería, de quien en ese momento desconocíamos las semanas de embarazo”, advirtieron los socorristas.
En uno de los hostales del sector, seis vecinos esperaban la llegada de los socorristas, quienes cinco minutos después del llamado ingresaban a la vivienda a hacer la valoración correspondiente. En la escena encontraron una mujer retorciéndose y gritando de dolor en el suelo de una de las habitaciones de un segundo piso.
Debido al nivel de estrés y alteración de la paciente, en algún momento solicitó no ser atendida. En ese instante, los dos bomberos iniciaron el trabajo de persuasión para lograr salvar las dos vidas, que sin lugar a dudas, corrían peligro de no recibir una atención oportuna.
Una vez lograron tranquilizar a la mujer, había que avanzar en el procedimiento, teniendo en cuenta que la futura madre se encontraba ya en fase expulsiva. Si bien, el proceso que regularmente se cumple en estos casos es el de trasladar a la progenitora hasta un centro asistencial, esa madrugada el destino tenía preparada otra salida para Jonathan Tovar y Ángela Restrepo.
Para ambos socorristas era una situación nueva, si bien habían atendido llamados relacionados con partos, nunca antes una paciente había dado a luz en sus manos desde el inicio del proceso. Un caso especial, teniendo en cuenta que en la capital de Caldas, durante el 2022, el Cuerpo Oficial de Bomberos de Manizales atendió 10 casos relacionados con partos o emergencias de embarazo.
En este punto, y luego de haber controlado y establecido las condiciones de la atención, los dos funcionarios se alistaron para recibir la vida nueva. Para satisfacción de todos, el nuevo miembro de la familia llegó al mundo en las mejores condiciones de salud. Un par de minutos después el sufrimiento de su madre dio paso a una tierna escena de amor. Una nueva esperanza se acomodaba sobre su pecho.
Vivencia en carne propia
Si la alegría de la madre estaba reflejada en lágrimas, para estos dos bomberos no fue menos.
La socorrista Ángela recordó, como si fuese en carne propia, cómo hace 10 años trajo al mundo a su mejor regalo, su pequeña hija: “Es una situación muy tensa, en ese momento, mientras atediamos a la mujer, se me encharcaron los ojos porque me recordó el día que lo viví con mi hija”.
Entretanto, Jonathan, quien aún no vive la experiencia de ser padre, señala que un hijo es uno de sus sueños por cumplir. Por ello, esto lo llevó a pensar en el momento de la atención aquella madrugada del 30 de enero, que una de sus familiares podría pasar por una situación parecida, por lo que entregó a este momento todo el amor y profesionalismo.
Ambos recuerdan que al momento de tener al bebé en sus manos, cruzaron sus miradas y en silencio, como conectados por la nueva luz que iluminaba al mundo, se emocionaron y agradecieron el uno al otro por su excelente labor.
Lucha diaria
Diariamente estos integrantes del Cuerpo Oficial de Bomberos de Manizales se capacitan para que cualquier situación a la que puedan enfrentar pueda ser atendida de la mejor manera, siempre buscando el bienestar de los ciudadanos residentes en la capital caldense.
Alguno de los momentos más duros que Jonathan y Ángela deben pasar, así como sus compañeros de profesión en el Cuerpo Oficial, es cuando la vida de algún habitante se encuentra en riesgo o cuando se da el fallecimiento de estos.
Es por eso que la preparación integral y constante es un pilar fundamental en esta institución.
“Tenemos familiares que alguna vez pasaron por este tipo de situaciones difíciles, es por eso que para nosotros atender una emergencia muchas veces se convierte en una situación tensionante, pero ante todo debemos respirar profundo, calmarnos y ser profesionales para entregar lo mejor de cada uno”, agregó Jonathan Tovar.
A pesar de las situaciones difíciles que a muchos les toca vivir a diario luego de cumplir con su labor, estos hombres y mujeres se levantan con la mejor convicción para que Manizales siempre cuente con un Cuerpo Oficial de Bomberos dispuesto y atento a socorrer a todos los ciudadanos, para que al final del día muchos los recuerden como héroes.
Ante cualquier situación de riesgo podrá los ciudadanos podrán comunicarse a la línea 119 del Cuerpo Oficial de Bomberos Manizales o a la línea 123, opción 2, para acceder al servicio gratuito de ambulancias de la ciudad.
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