Luego de verse casi quebrados por paros campesinos, por el clima, insumos y por el comportamiento de mercado de la leche de vaca, una familia de Boyacá le apostó a la leche de oveja y a sus derivados, y hoy son inspiración para otros emprendedores.
Para muchos la leche ovina y los sistemas de producción ovina, son nuevos. Estos sabores son nuevos hasta para el paladar de los colombianos, pero en la diversidad y diferencia está el camino, dicen muchos emprendedores.
Dentro de las leches frescas comerciales, a nivel mundial, la leche ovina es una de las que presenta menor participación, muy por debajo de la de vaca y la de búfala.
Sin embargo, la producción de leche ovina es de gran importancia económica a nivel internacional, donde por ejemplo, para algunos agricultores de varios países, se ha convertido en una alternativa de negocio agropecuario para sectores rurales más pobres.
Ese es el modelo que han estado copiando desde Boyacá, una familia boyacense que decidió cambiar la leche de vaca por la de oveja.
“Las inundaciones, las sequías y los paros agrarios también nos afectaron, por eso empecé a buscar una alternativa, sin abandonar el campo. Así nació la idea de consumir y procesar leche de ovejas”, dijo Liliana Sandoval, empresaria de Ovinos El Cayado, hablando de su experiencia.
La empresaria afirmó que usando el programa Boyacá Territorio de Sabores, pudo avanzar, entre otros aspectos, en el registro INVIMA, el código de barras y la tabla nutricional.
Ovinos El Cayado está ubicado en el municipio de Tópaga y son pioneros e innovadores en la producción de derivados de leche de ovejas en el país. Además, la lana y la carne pueden dar buenas ganancias, sin grandes inversiones.
