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El proyecto forma parte de una alianza entre Agropal, la Fundación Minuto de Dios y el Fondo Colombia en Paz; productores esperan tener la primera cosecha antes del mes de enero del próximo año para su comercialización con marca propia.
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La semana pasada inició en la vereda La Carmelita de Puerto Asís, Putumayo el proceso de siembra de por lo menos 100 hectáreas de arroz orgánico, como una apuesta de las comunidades campesinas de implementar nuevas líneas productivas en esta región del departamento.
La iniciativa forma parte de una de una alianza entre la organización de productores agropecuarios, Agropal; la Fundación Minuto de Dios y el Fondo Colombia en Paz, que financiará gran parte del proyecto que le apuesta a la producción de arroz.
Campo Elías Manrique, coordinador de la Agencia de Desarrollo Rural de la Fundación Minuto de Dios, para Nariño, Caquetá y Putumayo explicó que se trata de la instalación de un sistema de intensificación de arroz en 100 hectáreas, proyecto que tiene como fin crear alternativas de ingreso para estas familias.
“Esto permite que el arroz se produzca de manera más natural, cuidando el medio ambiente y que se incremente el rendimiento del cultivo como tal”, indicó el experto; la idea es que se pase de producir una tonelada de arroz a chuzo, o tradicional, a producir 4 toneladas, mejorando la rentabilidad y calidad en el cultivo.
Antonio Toro, representante legal de Agropal, señaló que todo este proceso se suma a los avances que esta organización ya tiene, con el Registro Sanitario del Invima, y la marca registrada ante el MinComercio, que se estableció como Arroz Manazonía.
“Queremos tecnificar el cultivo, queremos ya dejar lo empírico que siempre se ha manejado aquí en el Putumayo, porque este proyecto es completo; nos dotan de una maquinaria, esto es lo que vamos a tener de novedoso”, indicó el líder campesino.
Explicó que 109 beneficiarios, serán los responsables de poner a producir las 109 hectáreas que se sembrarán en la zona de corredor Puerto Vega – Teteyé, de Puerto Asís.
Indicó también que el proyecto también tiene estrategias para poder garantizar su comercialización, y no descartó que con el cumplimiento de todos los requisitos se pueda abrir a mercados nacionales e internacionales.
Gran parte de las familias beneficiadas en su momento se decicaban a los cultivos de uso ilícito, pero con esta alternativa se les brinda alternativas legales y viables, para mejorar sus economías, y la consolidación de una nueva línea productiva.
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