El pintor neirano David Manzur, un referente internacional en el mundo del arte, cumplió recientemente 94 años, marcando también 70 años de una destacada carrera dedicada al arte, la grabación y el dibujo. Su influencia no solo se limita a la pintura, sino que se extiende a disciplinas como el teatro, la música, la historia del arte, la civilización, la fotografía y la enseñanza, donde ha dejado una huella imborrable al formar a varias generaciones de artistas.
Manzur, reconocido por su constante evolución artística y su exploración de temas como los caballos, la naturaleza muerta y la figura humana, ha contribuido significativamente al patrimonio artístico internacional.
Durante su visita al departamento de Caldas, en especial a Manizales y Neira, se llevaron a cabo diversas actividades para rendir homenaje a su vida, carrera y legado. Un momento especial fue su regreso a las calles de su pueblo natal, Neira, después de 18 años de ausencia. Allí, se reencontró con sus paisanos, creando nuevos recuerdos y apreciando el progreso de Neira.
Manzur compartió sus emociones al regresar a Neira, describiendo cómo en sus cuadros siempre idealizó el municipio como un lugar mágico y fantástico. Ahora, al experimentar el Neira real, expresó su asombro y agradecimiento por el acercamiento inesperado.
Los homenajes incluyeron la condecoración con la orden Alejandro Gutiérrez por su contribución a la cultura y al arte colombiano universal. Además, la Calle Real de Neira ahora lleva el nombre de Calle Real David Manzur, un reconocimiento grabado en una placa descubierta en presencia del artista, testimonio del profundo respeto y admiración del Gobierno de Caldas por su contribución a los valores plásticos a nivel mundial.
“Siempre viví un Neira absolutamente mágico e irreal. Mi madre me hablaba que detrás del arcoíris estaba Colombia y allí había un punto que se llamaba Neira y eso se volvió para mí como una fantasía, por lo que en todos mis cuadros aparece idealizado; es un municipio fantástico como si hubiese sido tomado a las 4:00 de la tarde en un día de luz. Ahora llegué al Neira real donde recibí un acercamiento que jamás me imaginé”, afirmó el pintor.
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