Por: Álvaro Archbold
Ya desde el 2.020 habían sido reconocidos 23 proyectos que harían del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina un territorio de competitividad e innovación. Esto, en coordinación con el Plan de Desarrollo 2.020-2.023.
A su retorno al gobierno, el Gobernador Everth Hawkins Sjogreen solicitó que fueran priorizados cinco de los veintitrés proyectos dentro de la Comisión Regional de Competitividad del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
En medio de la reconstrucción, el Alcalde de Providencia y Santa Catalina hasta el momento no se ha manifestado.
Lamentablemente al cerrar esta presentación solo existe un proyecto listo para ser gestionado: El formulado por la Secretaria Técnica de la Cámara de Comercio de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, denominado “Turismo Náutico en el Archipiélago “, quien asume la secretaría por disposición legal.
Lo anterior coloca al Departamento en una situación frágil frente a otros territorios y regiones de Colombia. El dólar a 4 mil pesos que impulsa la afluencia de turistas al archipiélago y a otros balnearios de la costa atlántica colombiana en las últimas semanas, puede ser coyuntural. Y a los temas que nos deberían preocupar se les da la espalda.
San Andrés, hace más de una década sin ley 550, ocupó en el 2.019 el puesto 26 en el escalafón de competitividad de los departamentos de Colombia en “institucionalidad y gestión pública “, superado solo por Amazonas, Vichada, Guainia, Vaupes, Putumayo y Chocó.
Esto es lo que está sucediendo
Puesto que es imprescindible la construcción de una política pública de competitividad e innovación en cualquier administración con visos y aires de normalidad en el ejercicio del gobierno, el Gobernador (E) Allen Jay Stephens expidió el Decreto 412 del 28 de diciembre de 2.020, creando la Comisión Regional de Competitividad e Innovación del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Sería la encargada de coordinar y articular las instancias departamentales, que desarrollen acciones dirigidas a fortalecer la competitividad e innovación en el Archipiélago, en el marco del sistema Nacional de Competitividad e innovación.
La competitividad, que incluye la productividad, siendo un concepto más amplio que esta; y la innovación que es un factor fundamental para adquirir ventajas competitivas e incrementar la productividad y el crecimiento – como lo refiere Patricio Meller en un estudio de Septiembre de 2.019, denominado “Actividad, competitividad e innovación”- son factores imprescindibles que debe tener en cuenta cualquier gobernante en su gestión de gobierno, indicándole cómo está impactando su gestión en los factores prioritarios del desarrollo; y si estamos mejor o peor que otros departamentos, municipios o regiones, resaltando que el motor de la economía no es la competencia, sino la innovación, y quien no innova está condenado a desaparecer.
A lo anterior se debe tener en cuenta que el caso del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina es excepcional.
Hay una comunidad étnica en estado de vulnerabilidad por la brecha enorme que se ha extendido, y aumenta día a día con el modelo económico que se instaló hace más de sesenta años, y que ha sido la felicidad de muy pocos. Y ni siquiera casi un año de confinamiento ha permitido que hoy seamos mejores.
Un sector de empresarios, comerciantes formales e informales, que se esfuerzan y jalonan una economía que se mueve aveces por inercia.
Grandes empresas que generan grandes utilidades en sus patrimonios, pero que su renta es declarada y percibida en otros lugares del territorio nacional.
Un territorio y su población afectada por la pandemia; dos fenómenos de la naturaleza, y la corrupción administrativa ampliamente comentada, generalizada y tolerada, que como la carcoma, roe y taladra las finanzas del departamento.
Un valor agregado como reserva de biosfera, mal utilizado y amenazado por su mala gestión, y la pérdida del territorio marino en favor de Nicaragua.
Un exceso de población que incide profundamente en el agotamiento de los recursos naturales, en la violencia, intolerancia y falta de convivencia ciudadana, que han convertido un territorio de paz, en un escenario de violencia, intolerancia y homicidios selectivos, inclusive de menores.
Todo lo anterior aunado a decisiones gubernamentales que desconocen y transfieren sus propias competencias, compromisos y responsabilidades, y que llenan de incertidumbre en el futuro próximo la administración pública del Archipiélago. La ordenanza No.001 de 2.021 es un claro ejemplo.
Un Departamento y un municipio sin norte en competitividad e innovación.
La Comisión Regional de Competitividad e Innovación del Archipiélago, que dentro de sus diversas funciones se encuentra la de liderar la actualización del Plan Regional y la Agenda Departamental de Competitividad e Innovación, ha sido prácticamente inoperante.
Presidida por el Gobernador del Departamento, y con la membresía del Alcalde del Municipio de Providencia y Santa Catalina; los secretarios de planeación, agricultura y pesca, turismo y cultura del departamento.
Por el Director de la Corporación para el Desarrollo Sostenible-Coralina-. El Secretario de Planeación del Municipio de Providencia y Santa Catalina; el Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de San Andrés Providencia y Santa Catalina.
Por el Representante Legal del Comité Intergremial y Productivo del Archipiélago CIPAR; el Director de la Universidad Nacional de Colombia sede CARIBE, el Director del Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional -Infotep-, el Director Regional del Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA.-, sin el mínimo ejercicio del poder de convocatoria, y sin ejecutorias, tristemente esta comisión se encuentra rodeada por un halo de inoperancia e indiferencia.
El Comité Ejecutivo que debe ser presidido por el Gobernador, y debe reunirse trimestralmente, no lo hace. Es en esta instancia donde se hacen los ejercicios de planeación para la asignación de recursos del Sistema General de Regalías, en proyectos de innovación y competitividad.
Es decir, el departamento y la comunidad están perdiendo oportunidades de competir, innovar y obtener recursos, por ausencia de gestión y voluntad política para desarrollar la política pública, por la cual será evaluada la administración departamental, y las diferentes instancias que componen la comisión. La CEPAL lo viene haciendo anualmente.
Los proyectos agendados de Infraestructura y servicios para la actividad productiva; Internet accesible y competitivo; comercialización pesquera y agropecuaria; talento humano, creativo y competitivo, están con el semáforo en rojo. Otros, los dieciocho restantes que fueron propuestos pero que no fueron priorízados, hubieran podido llegar a serlo, de existir una dinámica de gestión que así lo permitiera.
Sin olvidar que una economía que genera innovación no puede ser estacionaria, la Agenda de Competitividad e Innovación del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se encuentra al borde de naufragar.