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La preocupación se ha apoderado de los campesinos del Magdalena, ya que continúan las protestas y bloqueos en las vías nacionales que conectan el departamento con el resto del país. Esta vez, el cierre vial se ha registrado en la carretera que comunica a los municipios de Aracataca y Fundación, específicamente en el corregimiento de Río Piedra.
El motivo detrás de esta manifestación es el temor de los campesinos locales a quedar prácticamente incomunicados debido a la construcción de una doble calzada. Un grupo de residentes de la región ha decidido tomar medidas drásticas para llamar la atención de la empresa encargada de la obra.
Carmen Ortiz, presidenta de la junta de acción comunal del corregimiento de Tranquilandia, expresó su preocupación en nombre de la comunidad: «Somos habitantes de una vereda que actualmente se comunica con Fundación. Sin embargo, la construcción de la doble calzada va a alterar significativamente nuestro acceso y salida a la altura de la variante. Esta situación nos obligaría a caminar varios kilómetros para realizar un retorno, lo que afectaría a más de mil personas en la zona».
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Los manifestantes argumentan que, a pesar de haber expresado su descontento con la obra en múltiples ocasiones, la empresa constructora no ha respondido a sus preocupaciones. La construcción de la doble calzada, según los campesinos, alteraría el flujo normal de tráfico para entrar y salir de su territorio a la altura de la variante. Como resultado, han decidido organizar un plantón en la vía como un último recurso para ser escuchados y considerados en el proceso de construcción de la doble calzada.
La persistente inconformidad y la falta de un diálogo efectivo con las partes involucradas han llevado a los manifestantes a tomar esta medida extrema.
Su objetivo es proteger la movilidad y accesibilidad de la región, así como garantizar que sus voces sean escuchadas y tomadas en cuenta en el desarrollo de la obra. La situación se mantiene en un estado de tensión, y se espera que se abra un espacio de diálogo para resolver este conflicto en beneficio de la comunidad local y el progreso de la infraestructura en el Magdalena.
Por lo anterior, solicitan una intervención urgente por parte de las autoridades, ya que estas obras y la falta de planeación en cuanto a los riesgos que implican a estas comunidades importantes, atentan contra sus derechos humanos.
Esto, resaltando que puede convertirse en un problema que suscite a una emergencia, teniendo en cuenta las inundaciones y deslizamientos a causa de las fuertes lluvias, que deja incomunicado a estos territorios.
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