María tiene un Sprint modelo 1997, la lleva a todas partes, no pone problema por nada y cuando algo “saca la mano” el arreglo no vale más de $100.000. “No lo cambio por nada”, dice orgullosa. Y es que claro, con el Sprint ha vivido grandes momentos de su vida, le tiene mucho cariño, pero además se acomoda a su bolsillo. Por poner solo un ejemplo, el impuesto vehicular que debe pagar este año al departamento de Antioquia es de apenas $66.000.
Dice Andemos, el gremio de la…