Para llegar a la cascada Chilidoña hay que ir por el antiguo camino Inca de Funes en Nariño.
Noticias Nariño
En el departamento de Nariño, conocido por su alto nivel de turismo, por ofrecer una amplia gama de posibilidades turísticas, destacando tanto su rica naturaleza como su valiosa herencia cultural. Un ejemplo de ello es la Cascada La Chilidoña, descubierta.
Para llegar a esta joya escondida, se inicia el viaje desde Pasto hasta el municipio de Funes, un recorrido de aproximadamente 45 minutos en vehículo. Funes, conocido por sus coloridas Mojigangas, es el punto de partida hacia la vereda Chapal, a la que se llega tras 30 minutos más por un camino rural.
La verdadera aventura comienza en Chapal, donde una senda de tres kilómetros invita a los visitantes a caminar o montar a caballo. Este camino culmina en el cerro que alberga la espectacular Cascada La Chilidoña. Durante el recorrido, los turistas se enamoran del hermoso paisaje rural de Funes, que permite un contacto mágico con la naturaleza.
A medida que se avanza, varias estructuras de piedra llaman la atención. Estas formaciones son parte del antiguo camino Inca, conocido como el Qhapaq Ñan, declarado Patrimonio Mundial. Los habitantes locales explican a los turistas que el Qhapaq Ñan es una extensa red de caminos rurales que comienza en Chile y se extiende hasta Nariño, integrando a países como Perú, Ecuador, Bolivia y Argentina. Esta red, de aproximadamente 60 mil kilómetros de extensión, formaba parte del Tahuantinsuyo, cuyo epicentro era Cusco, en Perú.
A medida que los turistas aprenden sobre las proezas de los Incas, el camino se hace corto y el cansancio se disimula. Pronto, llegan a la parte superior de una montaña, desde donde se divisa la majestuosa cascada La Chilidoña.
La oficina de Cultura de Funes, junto con los entes turísticos de la región y otras organizaciones, están promoviendo el ecoturismo hacia La Chilidoña. Actualmente, se ofrece un paquete de servicios que incluye un recorrido a caballo desde Chapal hasta un punto ubicado a 200 metros de la cascada, almuerzo y, para los más atrevidos, la oportunidad de descender en rappel cerca de las frías aguas.