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Raquel Vergara, coordinadora de la Alianza Pasos Seguros de la Fundación Barco, reveló que en los últimos 32 años en Boyacá las minas antipersonal han dejado 78 víctimas de las cuales 15 murieron y 63 resultaron heridas.
«En 2002 y 2006 se registraron 10 y 11 muertes respectivamente por minas antipersonal. Labranzagrande, Pisba y Pajarito los municipios más afectados con 14, 15 y 12 muertes respectivamente», explicó.
Se presentaron víctimaa por esas armas no convencionales en Aquitania (3), Chiscas (2), Chita (2), Cubará (4), Duitama (3), El Cocuy (5), Garagoa (4), Otanche (1), Paez (2), Pauna (2), Paya (4), Quípama (1), San Eduardo (2), Sogamoso (1) y Tasco (1).
De las 78 víctimas 26 fueron civiles y 52 eran de la Fuerza Pública; por rango de edades 64 personas eran mayores de 18 años de edad y 14 eran menores de 18 años, mientras de la totalidad de las víctimas: tres eran mujeres 75 hombres.
“Debemos identificar las posibles zonas de riesgo en nuestro territorio. Encontramos un objeto por muy atractivo que sea en nuestros caminos no nos acerquemos, ni le tomemos fotografías, no le arrojemos objetos, ni los toquemos hay que denunciar”, dijo Vergara.
