De acuerdo con un estudio de Laboratorio de la Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana, a corte del 2018, Colombia se ubicó en el segundo puesto a nivel mundial dentro de los países latinos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con mayor número de casos matoneo escolar.
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Según dicho estudio, se contabilizaron más de 9.000 denuncias en ese año, siendo una cifra alarmante, teniendo en cuenta las recientes quejas de padres de familia por cambios de comportamiento en sus hijos a causa de este flagelo.
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Según un estudio de ‘Bullying sin fronteras, organización internacional especializada en estudiar el matoneo escolar, Colombia se encuentra ocupando el noveno lugar en casos por bullying en el mundo, registrando más de 40.000 casos.
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Dicho reporte aclara que siete de cada 10 estudiantes de colegios y universidades en Colombia ha sufrido de acoso o ciberacoso.
De acuerdo con la Ley 1620 del 2013, el acoso escolar en Colombia se encuentran clasificados de la siguiente manera:
– Tipo I: conflictos que no comprometen la salud física o mental del estudiante, y que pueden resolverse mediante la corrección o penalización de un académico a cargo.
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– Tipo II: Situaciones que no entran a categorizarse como delito, pero que sí representan un daño a la salud física y emocional de la víctima al realizarse sistemáticamente.
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– Tipo III: Situaciones de acoso escolar que tengan características de presuntos actos delictivos contra la libertad, integridad y formación sexual de la víctima.
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