Hace siete décadas, no existía el Internet y la única manera de mantenerse informado era a través de los productos impresos (revistas, periódicos y volantes). En esa época, Quintero y Hermanos era una empresa familiar exitosa de la industria gráfica. Y para los años 50, ya tenía puntos de producción y atención en las principales ciudades de Colombia. No obstante, los fundadores necesitaban —con urgencia— que alguien se encargara de la sucursal en Cartagena.
Entonces,…