El gobierno de Gustavo Petro radicó este jueves su reforma laboral. El proyecto, presentado por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, junto al Presidente, Gustavo Petro, se sustenta en torno a la igualdad de oportunidades para los trabajadores, la protección de los derechos individuales de los trabajadores, así como de la garantía del derecho colectivo del trabajo, referente a las garantías sindicales.
(Reviva la presentación de la reforma laboral del gobierno Petro).
A pesar de esto, son varias las posturas que sugieren que, contrario a las intenciones del Ministerio de Trabajo, el proyecto de reforma podría incrementar los índices de informalidad y tampoco estaría fomentando las contrataciones.
“El río va para un lado y el puente para otro. La reforma, según la teoría económica, da la impresión de que es planteada por un ‘sindicalismo insider’, que cuida a sus afiliados pero se olvida de los desempleados o de los informales. En ese sentido necesita un análisis muy detallado”, aseguró Mauricio Olivera, economista y vicerrector administrativo y financiero de la U. de los Andes.
Según el académico, el sistema pensional colombiano tiene entre sus conflictos el bajo nivel de cotización, y eso se relaciona con el trabajo informal.
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“Y la reforma laboral no atiende el problema de la informalidad. Estamos poniendo rigidez en el mercado laboral, se impide que diferentes categorías de trabajadores puedan disfrutar de beneficios. El Código Sustantivo de Trabajo es excluyente, deja a muchos trabajadores por fuera, y la reforma termina siendo aún más excluyente aún”, dijo.
Entre las alertas que han emitido tanto gremios como Acopi (el de los microempresarios) y Fenalco (el de los comerciantes) están los mayores costos que tendrían que asumir las empresas formales.
Esto por temas como el cambio en las jornadas laborales, que revive los recargos nocturnos a partir de las 6:00 pm, o la propuesta de aumentar el recargo dominical y festivo al 100% y no al 75% como está hoy.
“Esto genera unas prerrogativas mejores sobre el papel para los trabajadores formales pero encarece el costo de crear puestos de trabajo en un momento de incertidumbre económica mundial y con un escenario inflacionario importante”, destaca por otro lado Iván Vegas Molina, socio líder de Legal de BDO en Colombia.
Según Vegas, preocupa que la reforma “no esté enfocada en ver cómo traemos a ese casi 50% de personas que están en la informalidad a opciones formales y, de esa manera, generar unas mejores condiciones de empleo”. El experto coincide con Olivera en que el proyecto está enfocado en los trabajadores que ya están dentro del sistema.
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Entre los puntos que también preocupan frente al fomento para crear empleos están los contratos, pues la reforma propone que el contrato a término indefinido se maneje como regla general y limita los contratos por prestación de servicios u obra labor y a termino fijo.
Además, el proyecto también equipara las exigencias de la tercerización laboral, los contratistas y contratos de aprendizaje a los de un contrato laboral.
“La reforma descalifica la tercerización. Y aunque pasamos de un escenario dramático en el primer borrador a uno un poco más moderado”, aseguró Carlos Hernán Godoy, socio de Godoy, Córdoba Abogados.
Según explicó el jurista, la norma encarece para el empresariado el costo de la tercerización pues contratar en esta modalidad tendría un costo tan alto como hacerlo directamente.
“Se le está dando muy duro a una de las formas de generación de empleo formal. No solo no se están generando condiciones para reducir la informalidad, sino que puede que se estén agravando”, indicó.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
