Inconformes se encuentran los miembros del concejo municipal de juventudes de Manaure, a quienes les tocó sesionar en el recinto del concejo municipal de pie porque la mesa directiva de esa corporación no facilitó las sillas en la que se sientan los padres del municipio. Esto ocurrió el pasado 4 de julio.
Así se lo hizo saber la secretaria de la Corporación que, “por decisión en plenaria de ese órgano, no se nos permitía el uso de las ‘Sillas Curul’ a los consejeros juveniles, por tanto, ese día tuvimos que sesionar parados”, así dice el comunicado que hicieron llegar los consejeros a esa redacción.
Precisa el documento que, «las Sillas Curules o Sella Curulis, más que un objeto material utilizado para reposarse cómodamente mientras sesionan, es un símbolo que fue utilizado desde los inicios de la republica romana para relacionar la soberanía o poder público. Un espacio que en su momento solo era para ciertos líderes y comandantes de las monarquías.
La Silla Curul sea el símbolo de victoria y voz de un pueblo, que hoy en la actualidad da espacio a todo aquel quien desee mediante procesos democráticos, representar los intereses de todos«.
Manifiestan los jóvenes que, siendo así, reconocen con respeto desde el concejo municipal de juventudes la dignidad y responsabilidad que hoy la voluntad popular entregó a ellos (los concejales), para representar los intereses de todos, siendo su labor un mandato constitucional reglado por normas, pero también bajo principios de ética y moral, para con quienes los hicieron elegir.
Le recuerdan a los concejales que, “le solicitamos de manera respetuosa, acepten el mandato de las juventudes de Manaure, quienes nos hicieron elegir al igual que ustedes mediante un acto de democracia, en donde nos entregaron la dignidad de poder representarlos y luchar por sus intereses”.
En esas circunstancias, los concejales del municipio estarían violentando la ley Estatutaria 1622 del 2013 y modificada por la 1885 del 2018 que en su artículo 50, insta al congreso de la República, asambleas departamentales y concejos municipales de todo el país, para que dispongan de los espacios y así poder garantizar el correcto funcionamiento de los consejos municipales de juventud.