Uno de los datos económicos más importantes con los que cerró esta semana, sin duda, fue el 2,1% de variación anual que logró el Producto Interno Bruto en el segundo trimestre del año, que no solo estuvo ligeramente por encima de las expectativas, sino que finalmente se está alineando con lo proyectado por el Ministerio de Hacienda y da luces de que el crecimiento acumulado del 2024 podría quedar arriba de lo esperado.
Así las cosas y según informó el Dane, durante el primer semestre, respecto al mismo periodo del año anterior, el PIB nacional presentó un crecimiento de 1,5%, jalonado principalmente por administración pública y defensa, agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; y actividades artísticas y recreación, entre otros sectores; en un resultado que para los analistas es bueno, pero no da un motivo de celebración.
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Diego Montañez-Herrera, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo, puso sobre la mesa el primer reparo a estos resultados, que en su concepto reafirman una divergencia sectorial, puesto que casi todo el crecimiento recayó en tres sectores, que no son los que históricamente han jalonado la economía.
En un cálculo,usando las cifras del Dane, Montañez-Herrera mostró que administración pública, agricultura y actividades artísticas fueron los renglones que aportaron casi el 90% del crecimiento; y que sin estos la variación pudo haber llegado a ser nula. Para esto plantea tres escenarios y dice que sin administración pública el dato hubiera quedado en 1,5%. Así mismo, sin este y el agro en 0,8% y sin los tres, en 0,1%.
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Descuelgue del ISE
Otro dato a tener en cuenta es que en junio, el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), vital para medir el ritmo del crecimiento mes a mes, rompió la buena racha que se le vio en abril y mayo y se descolgó con fuerza un -1,1%; regresando por segunda vez este año al terreno negativo.
Si se tiene en cuenta que el segundo trimestre arrancó con un fuerte 5,7% y luego se ubicó en 2,4% (variaciones anuales), el dato final de junio tuvo un impacto directo en que el dato del PIB de todo el período quedara apenas por encima del 2%; reafirmando la teoría de aquellos que sostienen que la economía resiste, pero necesita un impulso, acelerando aquellos motores que se encuentran apagados.
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Para el rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, desde su perspectiva el crecimiento del PIB “es dulce en el sentido que el segundo trimestre de 2024 muestra ya una recuperación, el agro y algunos servicios se comportan bien, la inversión ya tocó fondo en la caída y va para arriba y las obras civiles están reaccionando positivamente”.
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“Es agrio porque aún el crecimiento del semestre 1,5% es bastante flojo y no es suficiente ni para el recaudo, ni para la generación de empleo. La industria sigue muy golpeada y al comercio en el semestre no le fue bien. Ambos sectores claves en generación de empleo”, agregó Restrepo Abondano.
En este sentido cerró dejando claro que le preocupa la alta dependencia de la administración pública y también el retroceso del ISE en junio, razón por la cual “sigue siendo urgente el plan de reactivación para que este crecimiento sea sostenible y por favor echemos voladores hasta cuando el crecimiento sea mínimo del 4%. La economía lo necesita para mejorar en las finanzas públicas y que no se siga destruyendo empleo”.
Se sintió el recorte
Una visión interesante de lo que pudo haber pasado con el Producto Interno Bruto y el frenón de la actividad económica en junio, es la del equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, que asegura que el buen desempeño que se tenía, se vio afectado por la política de recorte de gasto público.
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Estos expertos aseguran que las lecturas positivas de la economía colombiana se han sostenido, principalmente, en la buena dinámica de los sectores de entretenimiento, agricultura, servicios públicos y la administración pública y resaltan el caso de la agricultura, cuya producción pasó de una expansión anual de 11% en promedio entre abril y mayo a una de apenas 3% en junio señalando que, si bien el sector continuaría jalonando la economía, lo haría a unos ritmos más modestos.
“Lo anterior, explicado por la dilución del fenómeno de El Niño que aumentó la productividad agrícola y la llegada de la Niña que podría impactar negativamente los cultivos. De hecho, la finalización de las altas temperaturas también perjudicó a la rama de servicios públicos, en especial de suministro de energía, que momentos atrás se vio favorecida por la mayor demanda de electricidad para el uso de aire acondicionado. Esto se hizo palpable en que el sector pasó de crecer 4.4% en promedio en los primeros cinco meses del año a una tasa inferior a 1% en junio”, explicaron.
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Respecto a la posible influencia del recorte presupuestal, agregan que “en cuanto al sector público, este mostró en junio su caída anual más importante en lo corrido del siglo XXI, guardando relación con el inicio de la política de recorte de presupuesto por parte del Gobierno”.
No obstante, aclara que si bien estos sectores van a perder fuerza, poco a poco irán siendo reemplazados por otros como la construcción que consolidó dos trimestres en terreno de expansión anual, mientras que el comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida marcó su primer crecimiento anual después de un año de caídas; señal que podría tomarse como un relevo en el liderazgo de la recuperación.
En sintonía con esto, desde el Centro de Estudios Económicos Anif, estiman que la economía del país mantenga el buen paso en los próximos meses, con lo cual crecería 1,7% en 2024, dato similar al pensado por el Ministerio de Hacienda, aunque advierten que es necesario monitorear las principales variables macroeconómicas para actualizar las proyecciones si es necesario, teniendo en cuenta que hay varios cambios en el contexto internacional.
