Mario Alejandro Díaz Martínez fue cruelmente asesinado en la tarde del miércoles mientras se encontraba frente a su hogar, en el tranquilo y pacífico barrio Colón, ubicado en la localidad de Puente Aranda.
Eran las 3:00 p.m. cuando Alejandro, de tan solo 22 años, decidió aprovechar el maravilloso y esplendoroso sol que bañaba las calles aledañas a la carrera 53F con calle 5A, y salió de su vivienda sin imaginarse que la muerte lo rondaba en forma de un despiadado asesino que se encontraba a pocos metros de su residencia.
Ataque a traición
“Dicen que el muchacho había salido hace poco y que estaba arreglando su motocicleta a un lado del andén antes de que lo atacaran”, relató un vecino del sector.
Mientras Díaz estaba concentrado en cada una de las partes de su vehículo, un joven que aparentemente lo estaba esperando en una esquina cerca de su vivienda vio indefenso a Alejandro y se le acercó a pie sigilosamente, en calma y sin levantar sospechas. Hasta que estuvo casi detrás de la víctima y, sin mediar palabra alguna, este despiadado sicario empuñó su arma apuntándola contra Alejandro, quien le daba la espalda.
Sentado frente a su motocicleta, el asesino sin dudarlo disparó en varias ocasiones contra este joven.
“Eso fue terrible, porque en este barrio no estamos acostumbrados a que ese tipo de cosas pasen. Es más, varios vecinos creíamos que era pólvora cuando se escucharon esas cinco detonaciones”, comentó un comerciante del sector a Q’HUBO.
Cuentan en la zona que, luego de cometer el crimen, este sanguinario asesino siguió caminando en el mismo sentido en el que arribó a la escena del crimen. Al parecer, con la misma calma con la que cometió el asesinato de Alejandro. Llegó hasta la esquina de esta calmada cuadra y se subió a una motocicleta en la cual huyó del lugar de los hechos.
“Cuando el asesino se fue, ahí sí, la gente empezó a gritar del susto y nos dimos cuenta de que en la mitad de la cuadra estaba ese muchacho botado. Dicen que él vivía con la abuela, pero la verdad no sé mucho por qué ese pelado se veía muy juicioso y no tenía problemas con nadie. Por eso mismo, varios vecinos llamaron a la Policía y a varias ambulancias apenas pasó eso, porque nadie quería que ese pelado se muriera”, relató una residente del barrio.
Al lugar del crimen, donde la víctima yacía tendida en el suelo agonizante, llegó una patrulla que, en cuestión de segundos, subió el cuerpo del joven gravemente herido. Los oficiales que manejaban la patrulla llevaron al joven hasta el Cami del barrio Galán, el cual queda muy cerca del lugar de los hechos, pero Alejandro sucumbió ante la muerte pocos segundos antes de ingresar a este centro asistencial.
De manera extraoficial, Q’HUBO pudo confirmar que hasta el momento no se encuentra ninguna persona sindicada en este crimen por parte de las autoridades. Sin embargo, un allegado al joven fallecido manifestó que este crimen estaría relacionado con temas pasionales, hechos que están siendo verificados por las autoridades encabezadas por el CTI, quienes se encuentran recopilando las pruebas para dar con los autores del crimen de este joven que deja una gran pérdida para sus amigos, conocidos y familiares.
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