La apacible vereda El Remanso, ubicada en zona rural de Arjona, Bolívar, fue acariciada hoy por los primeros rayos del sol y con ellos llegó una luz de esperanza de la mano de un grupo audaz de carabineros de la Policía Nacional que se movilizó desde Cartagena de Indias con un rebosante carrotanque de 15 mil litros de agua potable para aliviar la desesperante sequía que oprime a la comunidad indígena Zenú, afectada por las devastadoras secuelas del fenómeno climático «El Niño».
El imponente vehículo trascendió su función básica como proveedor de agua en épocas de sequía y se ha convertido en un símbolo palpable de solidaridad en medio de la adversidad. Los carabineros, lejos de limitarse a cumplir la crucial tarea de abastecer de agua vital a las comunidades más necesitadas, despliegan valientemente sus esfuerzos en la lucha contra voraces incendios forestales.
La cruzada de esperanza, liderada por el Coronel Alejandro Reyes Ramírez y el Mayor de Carabineros Wilder Vásquez García, contó con el respaldo sólido de la oficina de gestión del riesgo de la Alcaldía y benefició a 240 familias. Este acto marcó un hito significativo en la mitigación de las dificultades que enfrenta la etnia Zenú.
Con gratitud palpable, el Capitán indígena Zenú, Omar de Jesús Terán, agradeció el gesto solidario de la Policía Nacional. «Hace apenas un mes, el agua era un sueño inalcanzable para nosotros. Hoy, gracias a la Policía Nacional, observamos cómo la ayuda fluye en momentos de desesperación», expresó emocionado, mientras pedía más apoyo por parte del gobierno local. La comunidad, en un gesto de alegría, se congregó en la cancha principal para recibir el vital líquido.
Después de abastecerse con el precioso líquido y expresar su sincero agradecimiento por la ayuda humanitaria proporcionada por la Policía, Doña Everlides, una mujer campesina que llegó al territorio desde Cartagena de Indias, comparte que no solo ha enfrentado la inclemencia de la sequía, sino que también ha vivido en carne propia los estragos de esta dura realidad.
El implacable embate del fenómeno del Niño ha sumido a estas tierras en la escasez de agua y la desesperanza, obligando a la comunidad a recurrir a pozos artesanales poniendo en riesgo la salud, especialmente la de los niños. Sin embargo, la intervención activa de la Policía Nacional ha marcado una clara diferencia en la vida de aquellos que enfrentan esta adversidad.
La llegada de la Policía con su carrotanque se elevó como una respuesta concreta a la sed de la comunidad. La Cruzada Humanitaria demuestra que la solidaridad y la acción conjunta pueden ser el bálsamo que alivia las heridas dejadas por los efectos devastadores de esta época de sequía.