La ciudad de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, enfrenta una grave crisis humanitaria debido a la masiva llegada de desplazados provenientes de la región del Catatumbo. Los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC han generado un éxodo de familias que buscan refugio y seguridad en la capital departamental.
El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, expresó su profunda preocupación por la situación y destacó que la ciudad ha recibido a más de mil personas desplazadas, superando la capacidad de atención prevista. Inicialmente, las autoridades locales habían preparado albergues para 500 personas, pero la afluencia ha desbordado las previsiones.
«Estamos en una situación muy compleja. Hoy están llegando masivamente nuestros hermanos del Catatumbo, desplazados por la problemática social que se vive allá en este momento», declaró Acevedo. El mandatario local informó que se ha activado una ruta de atención en el Teatro Municipal, donde la Cruz Roja y la Defensa Civil brindan asistencia en salud. Además, la Defensoría del Pueblo, la Personería y la Procuraduría están presentes para garantizar la protección de los derechos de los afectados.
Ante la magnitud de la emergencia, el alcalde hizo un llamado a la solidaridad de los cucuteños, solicitando donaciones de ropa en buen estado para hombres, mujeres y niños, así como pañales, útiles de aseo y alimentos para mascotas. «Necesitamos la solidaridad y el apoyo del pueblo cucuteño. Acá, frente a la Alcaldía, habrá personas de la Mesa de Víctimas y de la Alcaldía pendientes para recibir sus donaciones», indicó Acevedo.
La administración municipal, en coordinación con la Cruz Roja, había preparado desde el año pasado 200 kits alimentarios, además de kits de noche, cocina y aseo. Sin embargo, la llegada de más de mil personas ha generado la necesidad de ampliar la capacidad de respuesta. Se estima que en las próximas horas podrían arribar alrededor de 3.000 personas más al Palacio Municipal, lo que incrementaría la presión sobre los recursos disponibles.
Para brindar una atención digna y evitar la creación de albergues masivos, el alcalde Acevedo señaló que se está gestionando alojamiento en hoteles y habitaciones, garantizando así la privacidad y comodidad de las familias desplazadas. «Estamos preparados para 500 personas y para 200 con ayuda humanitaria, pero parece que vamos a sobrepasar las 1.000 personas el día de hoy, por eso necesitamos el apoyo de todos los cucuteños», enfatizó.
La situación en el Catatumbo es crítica. Los enfrentamientos entre grupos armados ilegales han dejado un saldo trágico de más de 60 personas asesinadas, según informó Junior Maldonado, miembro de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat). La violencia ha obligado a cientos de familias a abandonar sus hogares en busca de seguridad en municipios como Tibú, Ocaña y Cúcuta.
Las autoridades locales, en conjunto con el Gobierno Nacional y organizaciones internacionales, están trabajando para atender la emergencia humanitaria. Se han habilitado puntos de recepción de donaciones en la Alcaldía de Cúcuta y en el Centro Regional de Atención a Víctimas de Atalaya (CRAV), ubicado al lado del puesto de bomberos sobre la vía principal. La comunidad cucuteña ha comenzado a responder al llamado, demostrando una vez más su espíritu solidario en momentos de crisis.
El alcalde Jorge Acevedo concluyó su intervención rogando a Dios que el conflicto no se prolongue y reiteró la necesidad de apoyo para las familias afectadas. «La situación humanitaria de ellos es bastante compleja y por eso necesitamos de su ayuda y de su apoyo», afirmó. La administración municipal continuará coordinando esfuerzos para garantizar la atención integral de los desplazados y buscar soluciones a largo plazo que permitan el retorno seguro de las familias a sus lugares de origen.