Tal y como se anunció desde finales del 2022, cuando se aprobó la reforma tributaria impulsada por el exministro de Hacienda José Antonio Ocampo, los cambios en el manejo de impuestos que se avaló por el Congreso en ese entonces, están generando fuertes presiones en el bolsillo de los colombianos, quienes en algunos casos están teniendo que pagar más ante la Dian y en otros no pueden acceder a los mismos beneficios de antes.
La declaración de renta y los informes que se deben entregar ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales; son dos ejemplos de esta realidad, en los que expertos en la materia sostienen que el cambio de las reglas del juego está teniendo un impacto en las deducciones, principalmente con el cambio en los topes que se pueden deducir y los rubros que se calculan en estos reportes.
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Es tal la situación, que algunos sectores han manifestado que esta es una “abrochada” que se avisó en su momento y si bien nadie pareció prestarle atención, actualmente debe servir de base para las discusiones que se vienen con la Ley de Financiamiento que prepara el Ministerio de Hacienda y que busca apretar un poco más las tuercas tributarias para generarle cerca de $ 12 billones a la Nación para 2025.
Cambio en deducciones
Con el fin de conocer qué fue lo que pasó y a qué obedece esta presión que están sintiendo los contribuyentes, Portafolio conversó con varios conocedores del tema, quienes recordaron que todo parte de la reducción de beneficios fiscales de la tributaria del 2022, tanto en montos de deducción, como en la renta exenta; que están siendo sentidas, tanto como por parte de los empleados, como en los independientes.
Declaración de renta
Diego Caucayo – Portafolio
En primer lugar, Carlos Neira, experto en impuestos y servicios legales de KPMG, explicó que un primer punto es el de los límites de beneficios fiscales, que pasó de 5.040 Unidades de Valor Tributario (UVT) a 1.340 UVT, con lo cual, si bien todavía se pueden hacer deducciones en los reportes, estos son menores en su totalidad.
“Lo que se ha venido haciendo en las reformas tributarias a lo largo de nuestra historia es limitar la capacidad de planeación fiscal de las personas naturales. Esto, mediante la limitación en los montos que puedo disminuir de mi base gravable. Es decir que al tomar los ingresos laborales o ingresos brutos, cada vez sea menos lo que se pueda depurar, para que sea menos lo que se reporte o haya que pagar”, manifestó.
Para explicar mejor su punto, Neira acotó que anteriormente los beneficios tributarios podían sumar hasta casi $ 180 millones y con los cambios aprobados en la reforma tributaria, esto se bajó a poco más de $ 56 millones, por lo que indudablemente se está sintiendo el apretón a la hora de declarar la renta.
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De igual forma, para Olga Viviana Tapias, miembro de la Comisión Tributaria del Instituto Nacional de Contadores Públicos, también hay que tener en cuenta que se bajó el límite de la renta exenta del 25 % a la que tienen derecho los asalariados y algunos independientes; la cual pasó de 2.880 UVT a 790 UVT; quedando en poco más de $ 33 millones para el año gravable 2023.
Retención en la fuente
Otra de las modificaciones en el juego tributario que está teniendo un impacto en la declaración está en la retención en la fuente, punto que, según explica Carlos Neira de KPMG, empezó a regir desde el 2023, pero en el que muchas personas no estuvieron pendientes para aplicarlo y hoy en día ven cómo están teniendo que pagar más de lo proyectado.
Declaración de renta
iStock
“Debieron pedirle a su empleador la verificación en el procedimiento de retención en la fuente. Es decir, adelantarse a lo que iba a suceder en la declaración. Todo esto porque hay dos procedimientos de retención en la fuente. Uno es, yo lo calculo mes a mes y me da un impuesto a cargo y me da una tarifa dependiendo del nivel de ingreso, y el otro es el que normalmente tenemos todos, que me calcula la tarifa con base en un ingreso histórico de los últimos 12 meses”, indicó Neira.
En ese sentido manifestó que cuando se tuvo que aplicar la nueva liquidación, a muchos se les realizó este proceso con una tarifa de depuración vieja. “¿Qué quiere decir eso? Que en el primer semestre del año pasado se estaba aplicando una tarifa que no iba a ser suficiente para cubrir el impuesto que me está dando ahorita”.
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Planificación tributaria
Carlos Giovanni Rodríguez, también miembro de la Comisión Tributaria del Instituto Nacional de Contadores Públicos, se sumó al debate y sostuvo que ya no hay nada qué hacer para cambiar esta realidad, puesto que son leyes de la República en ejecución. Debido a esto, sugiere que es mejor mirar hacia el futuro y pensar en cómo planificar las finanzas personales para mitigar el impacto.
“Es fundamental llevar a cabo una planeación tributaria que considere el tipo de rentas a percibir y evalúe alternativas de remuneración que no estén sujetas a las limitaciones normativas, tales como: los aportes a fondos institucionales de pensiones, las contribuciones a empleados y la participación en labores científicas, tecnológicas o de innovación, entre otros”, manifestó.
Dian
Dian
Apoyando esta idea, Olga Tapias agregó que “es crucial planificar el flujo de caja teniendo en cuenta el pago del impuesto para evitar sorpresas frente a un mayor valor a pagar. En este sentido, conviene alinear las retenciones que se van a practicar durante el año con el impuesto que finalmente se tendría a cargo”.
Estos analistas del Instituto Nacional de Contadores Públicos cerraron advirtiendo que pese a que estos cambios normativos tratan de justificar ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y otros organismos internacionales la existencia en Colombia de un sistema que equilibra la tributación entre las personas naturales y jurídicas; se están manejando desde un enfoque incorrecto, que sólo está afectando a los asalariados.
También manifestaron que este apretón, sin duda, generará una disminución notable en la capacidad de consumo e inversión, lo cual “repercutirá en el crecimiento económico de nuestro país, ya que este tipo de medidas desestimula el empleo formal y fomenta la informalidad y las estructuras elusivas”.
“Si una persona de medianos ingresos no experimenta un aumento significativo en su salario, su poder adquisitivo se verá disminuido debido al pago del impuesto de renta, el cual se hará de manera progresiva por el aumento de la retención en la fuente y, posteriormente, en la declaración anual”, concluyeron.
