En el momento en que Misael Bermúdez Sánchez salió a acompañar a su hija a tomar el bus para dirigirse a su lugar de trabajo, se encontraron de frente con dos delincuentes que terminaron arrebatándole la vida al hombre de 66 años.
El llanto desolador de la mujer fue el que acaparó la atención de varios residentes del barrio La Pradera, en Ciudad Bolívar, entre ellos la de un vecino que fue el que llamó a la policía con el fin de salvarle la vida al hombre, pero no fue posible.
“Primero se escuchó un disparo, después una mujer gritaba pidiendo ayuda. No supimos qué hacer porque la verdad el señor estaba muy mal. Cuando los policías llegaron, le tomaron el pulso y confirmaron que estaba muerto”, le expresó ayer a Q’HUBO un residente de la zona.
Los delincuentes, que quedaron registrados en los videos de las cámaras de seguridad, huyeron de la zona a pie y hasta el cierre de esta edición no habían sido capturados. No obstante, debido al testimonio de los testigos ya se tiene retratos hablados de los verdugos.
La tragedia…
El instinto protector y el amor que sentía por su hija, fue lo que llevó a don Misael a defender hasta la muerte a la luz de sus ojos de los dos verdugos que empuñaban sus armas la madrugada de ayer.
La mujer se fue a despedir de su papá faltando un cuarto para las 4 de la madrugada, pero en ese momento él se encontraba despierto y le dijo que la iba acompañar porque sabía lo peligroso que era el sector a esa hora, por lo que se puso una chaqueta, unos zapatos, tomó el machete que guardaba en su casa y salieron juntos.
Al llegar a la Transversal 49C con Calle 75 Sur, dos individuos armados con un revólver y que aguardaban en una esquina el momento propicio para identificar a su próxima víctima, vieron llegar al adulto mayor con la mujer y de inmediato los abordaron.
“El señor que tenía el machete se enfrentó a los ladrones y en ese momento el tipo cogió y le disparó en la cabeza. Ni siquiera cometieron el hurto, los tipos salieron corriendo y el señor quedó tendido boca arriba en los brazos de la hija”, añadió un testigo.
La inseguridad está a la orden del día y una nueva víctima murió a manos de los delincuentes. Mientras una familia sufre por este hecho, los pillos siguen robándose lo que nunca han trabajado.
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