En los primeros 180 días de vida de los nacidos la alimentación de estos es exclusiva a través de la lactancia materna, posterior a este tiempo se debe combinar la lactancia materna con alimentación complementaria.
Una investigación realizada por la fundación Santa Fe de Bogotá, cuyos resultados fueron socializados ayer, evidenciaron que en Risaralda hay un buen comportamiento en la lactancia materna exclusiva (primeros 6 meses), no obstante después se detectaron graves problemas.
Esta fue la principal conclusión de los resultados del proyecto “Prácticas de lactancia materna, relactancia, y alimentación complementaria en menores de 2 años con desnutrición”.
Hay que tener en cuenta que como lo reveló este medio recientemente, las muertes por desnutrición en niños y niñas entre los 0 y los 4 años de edad, vienen en aumento en este 2022 en comparación al 2021 en Colombia, una situación que prendió las alertas de la Defensoría del Pueblo.
Es importante resaltar que sí bien Risaralda es un departamento pequeño en extensión, cuenta con poblaciones dispersas que están muy alejadas de los centros poblados y que no cuenta con la posibilidad de conectarse adecuadamente con las cabeceras municipales.
Esto hace que acceder a una buena alimentación complementaria, sea un proceso complicado y por ello se generan problemas de desnutrición.
Salud poblacional
En entrevista con El Diario, el director de Salud Poblacional de la fundación Santa Fe de Bogotá, Darío Londoño, aseguró que “desde hace aproximadamente 2 años venimos trabajando en un proyecto que es a nivel nacional, en el cual se incluyó una parte de Risaralda y otra de Chocó. Con el proyecto buscamos conocer si las mujeres que estaban lactando duraban un tiempo largo lactando para sus hijos. También si cuando dejaban de lactar podíamos hacer que volvieron a lactar para sus hijos. Finalmente que estaban suministrando como alimentos a sus hijos una vez que la lactancia ya no era exclusiva, es decir después de los 6 meses de vida del nacido”.
Tras este trabajo se pudo concluir lo que se mencionó anteriormente, es decir que hay una buena lactancia durante los 6 primeros meses de vida del nacido, pero luego muchas deficiencias que llevan a problemas de desnutrición.
“Vimos que en la población indígena hay problemas de nutrición porque no tienen una buena capacidad para tener alimentos, ni cuentan con estrategias para evitar la desnutrición en los niños y niñas especialmente en las fases muy iniciales de su vida”, acotó el Director de Salud Poblacional.
Para combatir esta problemática se pueden implementar estrategias de consultoría, de recomendaciones, de trabajo con todos los grupos, es decir médicos, enfermeras, entre otros , quienes deben aprender consejería en lactancia materna. Con esta se busca que le enseñen a las mamás una cantidad de estrategias para que no dejen la lactancia, para que no tengan problemas y abandonen la lactancia.
Trabajo conjunto
Los resultados del estudio mencionado fueron socializados con diferentes actores de Risaralda, quienes resaltaron que este es el comienzo para una labor mancomunada en pro de la población del departamento.
Así lo manifestó Gloria María Atehortúa, delegada de las organizaciones departamentales de enfermería, quien señaló que “tenemos la posibilidad de hacer trabajos conjuntos, de generar sinergias entre todos los actores de salud tanto a nivel local, departamental y nacional, para el bienestar y salud de los habitantes de Risaralda. Estamos seguros que en este importante eje (Salud poblacional) vamos a poder hacer investigación, proyección social, extensión y grandes actividades por el bien de todos”.
Agregó la delegada que “tenemos en Risaralda población dispersa, lugares lejanos a los centros poblados, por eso no tienen acceso a los servicios de salud, educativos, entre otros, por eso hay que sumar todos para llegar a esos territorios”.
En el departamento se vienen implementando diferentes acciones en pro de la lactancia materna, tanto desde el sector público como el privado, las cuales han tenido un importante impacto positivo, pero hace falta agudizar más las actividades para evitar niños y niñas con desnutrición.