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En el lugar antes funcionaba una iglesia cristiana que obligaron desalojarla.
Los habitantes de Gaira se encuentran preocupados por la olla de delincuencia en que se ha convertido un lote abandonado donde antes funcionaba una reconocida iglesia cristiana.
El problema está ocurriendo exactamente en la calle 13 con carrera 13, cerca a la estación de Policía.
Según la comunidad, después de varios años los dueños del terreno aparecieron a reclamar el lote y obligaron a un pastor desalojar el templo.
Ahora, el lugar donde antes se reunían a alabar a Dios, es un centro de consumo de marihuana y otras sustancias psicoactivas.
Además, personas inescrupulosas lo estarían adoptando para realizar actos delictivos y prácticas sexuales.
A pesar de sus múltiples quejas y denuncias, al parecer los organismos correspondientes no han atendido el problema, que con el paso del tiempo se agrava más y amenaza el bienestar de esta comunidad.
“No han levantado una pared alta para que en el día o la noche no ingresen personas a realizar actos que atenten contra la tranquilidad y seguridad”, dijo un morador del sector.
Por lo anterior hacen un llamado a las autoridades competentes, para que de manera urgente intervengan el lugar y hagan un cercamiento que evite que actos indebidos se practiquen allí.