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En el corazón del distrito de Blanca Agua, en la ciudad de Cali, está el distrito de El Retiro, un territorio marcado por la lucha de sus habitantes para un futuro mejor.
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Al este de Cali, el distrito de El Retiro se ha convertido en un distrito reconocido por su gran trabajo social con niños y jóvenes. Un distrito que ha pasado malos tiempos para recibir un premio cívico por contribuir al civilismo, la educación y los espacios seguros.
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Este distrito, que ya se ha resistido a casas improvisadas de alfombras, latas y cartón, es hoy un ejemplo de la forma en que la comunidad, gracias a la resiliencia y el trabajo colectivo, ha logrado transformar su realidad.
5 × 15 eran la tierra o los lotes que los habitantes tenían inicialmente. Aunque no tenían servicios básicos, lograron tener agua. Las primeras personas en vivir en él fueron las comunidades negras, las Palenqueras y las raíces del Pacífico.
La Fundación Formación para la Vida: una luz de esperanza
La historia del cambio retirado no se completaría sin mencionar la Fundación Formación para la Vida, creada en 1997 por el profesor Orlando Quiñones. Quiñones, preocupado por la situación de los jóvenes en el vecindario, vio la necesidad de crear espacios seguros para que los jóvenes no hayan caído en el crimen.
A menudo, los niños en el vecindario se agrupaban en las esquinas, sin perspectivas futuras. Fue en este contexto donde nació el proyecto «Un objetivo para la vida y la paz»Quienes trataron de transformar estos rincones peligrosos en lugares donde los jóvenes podían sentirse parte de algo más grande, un lugar de paz, aprendizaje y esperanza.
Innovación y capacitación para un futuro mejor
Que comenzó como una iniciativa destinada a evitar la violencia de los jóvenes se ha desarrollado, en parte gracias a los esfuerzos de la fundación y al apoyo estratégico de Compromiso del valleUna organización que ha sido esencial en la implementación de nuevos programas educativos.
Rosemberh Quiñones, hijo de Orlando y que trabaja para la Fundación, expresa que: «Descubrimos que los habitantes carecían de espacios que daban paz, y la idea era evitar el centro de atención.
El modelo de fundación ha evolucionado, no solo integrando actividades deportivas, sino también entrenando en campos innovadores como bilingüismo, programación, robótica e inteligencia artificial.
Este enfoque busca ofrecer herramientas jóvenes para el futuro, ayudándoles a descubrir nuevas oportunidades y capacidades que, si no, podrían haber estado fuera del alcance.
En 2022, la fundación recibió la Precio cívico, Un reconocimiento que validó el impacto positivo de sus esfuerzos en la comunidad e hizo posible extender sus horizontes.
«Este logro ha permitido a más jóvenes beneficiarse de los programas que no solo promueven la paz, sino también la innovación tecnológica y el desarrollo personal, la apertura de las posibilidades»
El futuro de El retiro: comunidad, oportunidades y esperanza
Hoy, la jubilación enfrenta un panorama más prometedor. Gracias a la fundación, los jóvenes en el vecindario sueñan no solo de un futuro mejor, sino que toman las riendas de su destino, armados con conocimiento y habilidades que les permiten soñar más allá de las fronteras de su entorno.
Como dijo Orlando quiñones, «la verdadera pobreza no está en la falta de recursos materiales, sino en ausencia de oportunidades de crecimiento y prosperar»
Gracias al trabajo constante y al compromiso de la fundación, los jóvenes de El Retiro están comenzando a ver cómo las herramientas del deporte, la educación y la tecnología abren puertas a nuevas posibilidades.
Con la ayuda de aliados estratégicos como el compromiso del valle, la jubilación muestra que, a pesar de las adversidades, las comunidades pueden desarrollar su propio camino hacia la paz, el progreso y la prosperidad.
Tubarco y Comproment Valle se unen a la visibilidad de las historias del vecindario, destacan a sus líderes, procesos y artistas, y ahorran a la más preciosa y más hermosa de cada comunidad.
