En un 2023 en que se espera un crecimiento mucho más modesto de la economía, la situación del mercado laboral también genera preocupación, y para los expertos, este año podría estar marcado por una menor generación de puestos de trabajo, y por un nuevo crecimiento en el desempleo, tasa que podría retornar al terreno de los dos dígitos.
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A esta situación se le suma además el incremento de 16% en el salario mínimo, como una presión para los empleadores formales, más las nuevas reglas de juego que enfrentan algunas empresas tras la nueva tributaria.
Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario explicó que, como se prevé una posible recesión, «se hereda un efecto natural de contención de las tasas de empleabilidad, que en octubre (9,7%) y noviembre (9,5%) habían cerrado en un dígito».
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Según el experto, por la devaluación, la desaceleración del PIB y los altos niveles de inflación se estaría dando una ralentización de esa ‘progresiva mejora’, que dependerá en gran medida de las políticas activas y el mantenimiento de ciertos programas de apoyo de la generación de empleo.
«La inflación y la devaluación impactan la confianza, y por ende la generación de empleo. Los costos de producción se aumentan, hay más barreras para generar nuevos puestos de trabajo», indicó Jaramillo.
Con esto concuerda Stefano Farné, director del Observatorio del Mercado Laboral de la U. Externado, quien aseguró que ante un menor crecimiento las expectativas son menores, lo que seguramente afectará la creación de empleo.
“En los últimos meses seguía creciendo muy bien el empleo asalariado, que es un buen indicador porque refleja el compromiso de las empresas privadas. Pero dado que hay una desaceleración, también el crecimiento del empleo va a perder ritmo, sumado a las pérdidas de empleo del sector público”, indicó.
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En las últimas actualizaciones de proyecciones de BBVA Research el banco estimó que la tasa de desempleo en 2023 será de 11,2%, mientras que para 2022 calculan un 10%, y en el caso del desempleo urbano este sería de 12% este año, por encima del indicador de 10,5% estimado para el término de 2022.
Desde el banco se espera que este año el PIB crezca 0,7% y que la economía reducirá su capacidad de crear nuevo empleo y este estará más concentrado en la informalidad, afectando la capacidad de consumo privado.
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“Creemos que en 2023 sí se va a crear empleo, cerca de 200.000 puestos, pero también pensamos que se va a destruir algo de empleo formal y se creará algo de empleo informal”, explicó en su momento Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research Colombia.
De otro lado, desde Banco de Bogotá, Gustavo Acero, economista senior de Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados, destacó que para este año el panorama no es tan favorable.
Acero aseguró que el mercado laboral ha mostrado una recuperación importante en relación con el descenso de la tasa de desempleo en 2022.
Sin embargo, señaló que los indicadores de ocupados, y de oferta y demanda de trabajo no han mostrado esa misma recuperación.
“Estamos viendo un estancamiento en el nivel de ocupados, que si bien se recupera frente al nivel pre pandemia, está distante de esa tendencia de largo plazo. Es posible que se estabilice la tasa de desempleo, con mejoras marginales, pero que también se dé la destrucción de puestos de trabajo”, indicó.
En entrevista con Portafolio, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, dijo recientemente que ya se muestra un deterioro frente a la generación de empleo y por ende, un aumento en la tasa de desempleo, pues la cifra desestacionalizada de desempleo (aquella que aísla los efectos calendario para compararla con los meses anteriores) en octubre fue 10,5%, y la de noviembre fue 10,8%.
Según Mejía, en 2023 “seguramente vamos a tener una menor dinámica en la generación de empleo por cuenta de un crecimiento que podría ser sustancialmente por debajo del de 2022, y es probable tener un deterioro en la tasa de desempleo”, indicador que según Mejía será incluso superior a 11%.
En relación con el incremento del salario mínimo para este año, que se fijó en 16%, también se perciben riesgos.
Bancolombia destacó en un informe reciente que, dado el contexto de marcada desaceleración económica, es previsible que algunas empresas “deban reaccionar reduciendo su nómina actual o esperada”, y que el nuevo valor del salario mínimo incentivaría las contrataciones con esquemas informales.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
PERIODISTA PORTAFOLIO