Un poderoso terremoto de magnitud 7,1 sacudió una remota región del Tíbet la mañana del martes, dejando un saldo de al menos 126 fallecidos y 174 heridos. El sismo, que tuvo su epicentro en el condado de Tingri, cerca de la frontera con Nepal, también provocó daños en unas 3.000 viviendas y afectó profundamente a comunidades del Himalaya.
El terremoto, registrado a las 9:05 a.m. hora local, generó múltiples réplicas y fue percibido en Nepal, Bhután y el norte de India. Según testigos, los temblores derribaron estructuras en aldeas remotas, afectaron la ciudad sagrada de Shigatse y estremecieron a visitantes en un campamento base del monte Everest.
En Nepal, las réplicas recordaron el devastador terremoto de 2015, mientras que en el Tíbet, las labores de rescate se intensificaron con la ayuda de equipos de búsqueda y la fuerza aérea china. Videos compartidos en redes mostraban a agentes excavando entre escombros para localizar sobrevivientes en aldeas con casas colapsadas y paredes derruidas.
El presidente de China, Xi Jinping, instó a las autoridades a priorizar la búsqueda de sobrevivientes y brindar asistencia a los afectados, quienes enfrentan el desafío adicional de las bajas temperaturas invernales.
Este terremoto destaca la vulnerabilidad de las regiones montañosas del Himalaya, donde el difícil acceso complica la asistencia en emergencias y agrava el impacto de estos desastres naturales.