Visite la fuente original de la Noticia
Por: Juan Carlos Gutiérrez Betancur
Sin lugar a dudas el aumento de tasas de interés intervención definido por el Banco de la República, del 1.75% a niveles de 5% en lo que va de 2022 es un esfuerzo consciente y responsable por intentar contener la inflación de precios.
A pesar de que resulta complejo adoptar políticas contractivas en medio de una pospandemia, es necesario reconocer que un proceso inflacionario desbocado y desmesurado sería peor y generaría más pobreza.
Hay factores no controlables en este proceso inflacionario. Los más preocupantes son los indirectos de la guerra, los de las cadenas de suministro globales y locales, y los climáticos, pero el Banco de la República persistirá en su propósito de frenar o moderar la demanda lo cual aumentará el riesgo de inducir un escenario de estanflación en Colombia (estancamiento con inflación). Asi, lo más probable es que en los próximos 6 meses tengamos en Colombia tasas de interés crediticio más altas, lo cual disminuirá la demanda de crédito y aumentará los gastos financieros de la gente contratados a tasa variable.
De igual manera, a las empresas también les resultará más costoso financiarse, lo que se puede traducir en menor rentabilidad neta de gastos financieros. Esto de por sí aumenta el riesgo insolvencia empresarial si la carga financiera debido al mayor pago de intereses iguala a la rentabilidad operacional de las empresas.
Pero no sólo subirán las tasas de colocación (crédito), también lo harán las tasas de captación (depósitos de ahorros); puesto que debido al incremento en la tasa de interés de intervención para las entidades financieras resultará más costoso ir a solicitar recursos prestados, tanto al Banco de la República como al resto del sistema financiero, y por lo tanto dichas entidades tendrían incentivos para incrementar las tasas de interés de captación de ahorros del público, con el fin de fondearse, de paso incentivando a la gente a ahorrar. Es decir, es hora de refinanciar deudas, de ahorrar, y no es hora de endeudarse incrementalmente.
Sin embargo, la narrativa monetaria no termina allí. Esos excesos de tesorería de los bancos que decidan salir a captar terminarían invertidos en títulos riesgo cero emitidos por la Tesorería General de la Nación (TES), si se frena la demanda de crédito en Colombia.
Ante el inminente encarecimiento del crédito personal y empresarial, la gente buscará refinanciación a tasa de interés fija.
Lo anterior pondrá en evidencia que uno de los grandes retos de la Banca Comercial en Colombia consiste en diseñar nuevos instrumentos de crédito que inmunicen a las personas y a las empresas contra el riesgo de tasas de interés, para evitar un aumento sustancial de la cartera vencida y del riesgo crediticio.
Fotos de El Tiempo, Portafolio y El Colombiano