La primera acción fue adelantada por el Grupo Gaula Militar de la Novena Brigada, que logró la recuperación de un menor de edad que había sido reclutado de manera forzada por el grupo armado organizado residual Hernando González Acosta, del Bloque Isaías Pardo, Estado Mayor Central.
El joven, de 15 años de edad, había sido reclutado hacía siete meses por alias Sebastián, para ser utilizado en actividades extorsivas hacia los gremios productivos de los sectores empresarial, transporte, ganadería y caficultores, entre otros.
Así mismo, el cabecilla guerrillero le habría dado la orden de realizar acciones delictivas en contra de la Fuerza Pública, de convencer a otros menores para entrar a la estructura y de perpetrar homicidios selectivos en los municipios de La Plata, La Argentina, Nátaga, Paicol , Tesalia y Pital, en el Huila
El menor, que se reencontró con su familia, posteriormente fue puesto a disposición de las autoridades de Infancia y Adolescencia para el proceso de restablecimiento de sus derechos.
Presunto integrante del GAO-r Comandos de Frontera, se somete a la justicia
En el kilómetro 5, vía Pitalito-Huila, ante unidades del Batallón de Infantería N.° 27 Magdalena, un hombre, que se identificó como integrante del grupo armado organizado residual Comandos de Frontera, de la Segunda Marquetalia, se presentó expresando su deseo de abandonar las filas subversivas.
El hombre llevaba un año en la estructura armada ilegal, con el rol del reemplazante de escuadra, con influencia en los municipios de San José del Fragua y Curillo, del departamento del Caquetá.
Los soldados lo acogieron y brindaron el apoyo para su proceso de reincorporación a la vida civil, a fin de recibir los beneficios que ofrece el Gobierno a quienes deciden abandonar la vida delictiva.
La decisión de esta persona demuestra que aún hay esperanza para quienes se encuentran atrapados en la espiral de la violencia. Su reincorporación es un paso crucial para la construcción de una mejor sociedad.
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