“Hasta para curar el dolor de muelas se usaban”, responde con certeza Alejandro, y sin el menor asomo deseñal de dudas, al recordar historias que escuchó a sus abuelos de los pozos de aguas medicinales que existían en Usiacurí (Atlántico).
El hombre, de pelo lacio blanco y de una frente ancha que frunce cada vez que habla, asegura que su abuela le contó que con esa agua se curaba desde un dolor de barriga hasta un incómodo orzuelo.
“Vea aquí la gente se moría era de viejos,…