La apropiación de particulares de las zonas de baja mar y de las playas de uso público, propiedad de la Nación, es una realidad que ocurre en los municipios costeros del Atlántico desde hace varios años, a plena luz del día y ante los ojos de todos.
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No tardan las autoridades en restituir un espacio invadido cuando ya otros están ocupando algún punto de los 98 kilómetros de zona que tiene…