El gasto en salud de los hogares repunta mientras el sistema desmejora

La compleja situación de la salud en Colombia ha desencadenado diferentes alteraciones en la forma en la que los ciudadanos están gastando dentro del sistema. En concreto, según el Dane, el gasto en salud en el país en el segundo trimestre de este año aumentó en un 5,1%.

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Esto se explica por el envejecimiento de la población, la prevalencia de enfermedades, la mayor compra de  medicamentos originada en el desabastecimiento y el aumento en pólizas de seguros de salud, planes de medicinas prepagada y planes complementarios. En pocas palabras, hoy en día ya los colombianos están utilizando más dinero de su bolsillo y de su presupuesto mensual a artículos y servicios de salud que lo que venían destinando.

A pesar de que no es el sector que más aumenta, pues lo antecede el de recreación y cultura con un 8,7% de abril a junio, lo cierto es que esa tendencia al alza empieza a generar una alerta dentro del sector, si se tiene en cuenta que el gasto general de los hogares subió en 1,6%.

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Camilo Herrera, fundador de la firma Raddar, aseguró que aunque no es el sector que más crece en materia de gasto, si es de importancia entender las razones por las que este indicador se empieza a comportar de esa manera.

En primer lugar, se habla del envejecimiento de la población. Es inevitable no pensar que Colombia está transitando hacia el envejecimiento y aunque es una razón a largo plazo, este punto hace que la salud del país sea más costosa, teniendo en cuenta que la frecuencia de atención y las necesidades en salud empiezan a aumentar.

Por otra parte, otro factor se relaciona con la profundización de las enfermedades después de la pandemia por el covid-19. Según Herrera, esta también es una de las razones que encarecen la salud de Colombia. Incluso, si se observan los datos del Dane, por cuenta del virus y de las medidas implementadas para combatir el mismo, en el segundo semestre de 2021 el gasto en salud de los hogares creció un 33%.

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Luego, el mismo lapso de 2022 el indicador se descolgó hasta el 6,6%, para continuar en el segundo trimestre del 2023 la senda de reducción hasta el 4,6% y finalmente volver a subir en un 5,1% en el mismo periodo de este año.

En tercer lugar, se habla del aumento del consumo en medicamentos, tanto en los Over the Counter (OTC) o más comúnmente conocidos como de venta libre, y de los recetados. Aunque estos segundos tienen una dinámica diferente por ser prescritos, donde generalmente las EPS hacen entrega de los mismos, por cuenta del desabastecimiento no han podido hacerlo o se retrasa el tiempo de entrega, llevando a la gente a resolver el problema porque no pueden darse el lujo de esperar.

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“Esto es parte del problema de desabastecimiento de medicamentos en los últimos dos años. No se trata de una situación actual, sino que sistemáticamente los hogares están teniendo que comprar más medicamentos de los que normalmente les daba su plan de salud”, afirma Herrera.

En la misma línea, Augusto Galán director de Así vamos en Salud y exministro de la cartera, detalló que este aumento en el gasto de salud es a nivel mundial, por lo que Colombia no es ajena a este tipo de situaciones. Además, resaltó que el mayor costo de los insumos y de las nuevas tecnologías también encarece el sector.

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“En la coyuntura colombiana, en el sector salud se viene incrementando el gasto desde el 2022 por la devaluación, con mayor costo de insumos y nuevas tecnologías, la inflación y por un incremento en la utilización de los servicios de salud, que está relacionado con que la población está padeciendo de enfermedades mucho más severas, lo que termina incrementando el costo de la atención de la población”, señaló.

Más gasto en aseguramiento

Pero al mismo tiempo, a raíz de la incertidumbre que existe por la crisis en el sector, no solo por cuenta del desfinanciamiento, sino también de los posibles cambios que se le pueden hacer al sistema en la coyuntura de la reforma de salud, el fundador de Raddar, Camilo Herrera, destacó que muchas personas en el país están aumentando la adquisición en seguros de salud, planes de medicina prepagada y planes complementarios.

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“En esas tres cosas los hogares están invirtiendo más y es un reto gigantesco porque es un desembolso más grande en el bolsillo de la gente. Es un efecto no grato, inesperado. Si hay que comprar cosas de salud, no se pueden comprar otras cosas. Va a llegar el punto donde las personas deban decidir si comprar acetaminofén o pagar Netflix”, dice Herrera.

En efecto, al revisar los datos de la Superfinanciera es posible apreciar que en el año corrido, es decir de enero a junio, el valor de las primas emitidas en salud aumentó un 22%, llegando a los $1,87 billones. Incluso, si se compara con el mismo periodo de 2023 el valor de ese año fue de $1,54 billones y en el 2022 fue de $1,31 billones, valores que confirman que la emisión de las mismas se ha incrementado de forma consistente.

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De acuerdo con las cifras, las entidades que mayor emisión de seguros de salud tuvieron entre enero y junio de este año fueron Sura, por un valor de $1,33 billones con un incremento del 24% anual, seguido de Allianz que tuvo un valor de $0,29 billones y una subida del 16% y Bolívar, que participó con $176.371 millones y un aumento del 16%, igualmente.

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Al revisar el escalafón de las 1.001 empresas publicadas por Portafolio, es posible observar que en el caso de las EPS, estas entre 2022 y 2023 tuvieron aumentos en los ingresos, pasando de los $53,6 billones a los $66,4 billones, pero, en las pérdidas se ahondaron, pues de los $1,07 billones de saldo rojo del 2022, pasaron a perder -1,72 billones en el 2023.

De hecho, en el conglomerado general de compañías del sector salud ocurrió una situación similar con los ingresos, que pasaron de $98,2 billones en 2022 a $118,1 billones en 2023, pero en las utilidades se descolgaron de los $642.297 millones de los -$79.390 millones, es decir un desplome del 112,4%.