El gran peligro de la automedicación

Cada vez son más frecuentes los casos en los que las personas es automedican, bien sea por creencias propias, lecturas no verificadas y recomendaciones de familiares o cercanos. Sin embargo, lo que para algunos es ‘inofensivo’, puede derivar en efectos secundarios. 

De acuerdo con médicos y expertos, es importante no caer en esas prácticas y por el contrario, acudir directamente a centros médicos ante cualquier sintomatología o enfermedad. Entre las consecuencias de tomar ciertas medicinas sin prescripción está la pérdida de efectividad en los fármacos, hasta envenenamientos.

Luis Fabián Gómez, especialista en Salud de la universidad Manuela Beltrán, hizo hincapié en las medicinas vencidas que se degradan y, en ese proceso, toman dos rutas: pueden perder su eficacia o derivar en resultados tóxicos (siendo uno de los mayores peligros, incluso la muerte). 

«No son efectivos a la hora de ser un tratamiento y pueden llevarnos a consecuencias tóxicas, con un desenlace fatal. Por lo tanto, la recomendación no es consumir medicamentos vencidos, si los tiene, lo ideal es llevarlos a unos depósitos que existen en los supermercados y allí desecharlos de una manera adecuada», explicó Gómez.

«Parte de los resultados ‘adversos’ es el empeoramiento en la situación del paciente, ya que en lugar de ayudar a tratar su padecimiento, los medicamentos  se degradan con el paso del tiempo y forman compuestos que no fueron previstos originalmente», subrayó el especialista.

Adicionalmente, el ingerir medicamentos vencidos podría llevar a una resistencia bacteriana en el cuerpo; principalmente, cuando se trata de antibióticos.

Lo anterior, ocurre porque «las dosis subterapéuticas (debido a la degradación del medicamento) no eliminan completamente las bacterias, permitiendo que las más resistentes sobrevivan y se reproduzcan».