El Cedral, ese rincón rural de Pereira, apetecido por locales y turistas por tener casi intacta esa magia de bosque virgen que se conserva precisamente gracias a la lejanía de la destrucción del ‘desarrollo’, todavía conserva una vivienda a la usanza montañera de los ancestros y colonos que a lomo de mula fundaron pueblos y ciudades.
La misma existencia de la ciudad no hubiese sido posible sin la vida de la fonda montañera y aunque una casa no hace la tradición en sí misma, sino los usos y costumbres de la cultura. Aguas y Aguas no solo tiene la opción de demoler, se puede apelar a algún recurso del Ministerio de Cultura para que en un convenio interinstitucional se construya una casa gemela en el área o bien se puede reparar la ‘que amenaza ruina`, según la Diger, a través de la política de restauración y conservación del patrimonio cultural.
La historia de Julián Puerto
Los personajes que son referentes de toda una comunidad adquieren un halo de eternidad que los vuelve imprescindibles. El tendero del Cedral, Julián Puerto, ha vivido en la casa-fonda por 30 años y comenta: “la casa no se va a caer, a mí me han dicho que no le haga mejoras, pero para vivir ahí yo las he hecho, cambié pisos y techo precisamente para que no se cayera y por eso es muy injusto que un día llegue un papel y que me saquen, me arrumen por allá los coroticos y ya, sería un desplazado más de Colombia, sin alternativa, ni porque yo fuera el peor delincuente”.
En este rifirrafe por esta casa entra la popular frase ‘pelea de tigre con burro amarrado’, son los documentos, los conceptos legales y jurídicos de Aguas y Aguas, contra la abstracta tradición oral que reza: “mientras haya campesinos en El Bosque y la parte alta de la vereda, esta casa debe ser para su descanso en medio del viaje”, por eso desde el miércoles la comunidad de La Florida, los líderes y medios replicaron el mensaje de llegar ayer hasta el lugar para defenderlo.
El aviso que reconforta después de una larga caminada.Los derechos
Julián Puerto comenta que pueden ser más de 100 años, los que lleva su familia establecida allí, desde que sus padres llegaron a esa propiedad, asegura que todos guardan sus cosas en el lugar y aunque en la declaración de Leandro Jaramillo, gerente de Aguas y Aguas al respecto, se aclara que el espacio que más servicio presta denominado por ambas partes, como ‘La Bodega’, donde se cuadran las mulas y se dejan los bultos, permanecerá funcionando, no será lo mismo sin la aguapanela con queso que vende la familia de Julián. También se conoció que ya se instauró una acción de tutela en beneficio de los Puerto.
El argumento de Aguas y Aguas
Leandro Jaramillo informó que: “vamos a hacer la recepción del bien, porque según la información de Gestión de Riesgo se encuentra en ruina e inminente peligro, así que debe ser demolido. El arrendatario fue notificado en enero y hace 20 días recibió una recordación. Lo más importante es la seguridad de las personas que transitan, van a hacer turismo y también de los moradores de la casa”.
Cifra
12 familias quedan todavía en El Bosque, ellos son los que más se sirven de la tienda que hay en la casa que ocupa Julián y su familia.
Dato
Ayer hubo una reunión entre funcionarios de Aguas y Aguas y un grupo de líderes de La Florida que se echaron al hombro la causa de la casa, acordaron una nueva reunión con el gerente de Aguas.
