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La historia de la fiesta más grande del Valle del Cauca.
Noticias de Cali.
La Feria de Cali es mucho más que un evento festivo que se realiza cada año en la capital del Valle del Cauca. Desde su creación, la feria se ha convertido en un símbolo de identidad californiana y una de las fiestas más importantes de Colombia.
Con su mezcla de salsa, gastronomía, desfiles y cultura popular, la Feria de Cali no sólo representa a los caleños, sino que también es un atractivo para turistas nacionales e internacionales.
Para comprender su magnitud es fundamental conocer sus orígenes y cómo se convirtió en una de las celebraciones más esperadas del país.
Los primeros pasos: el año 1957 y la Feria de la Caña
El nacimiento de la Feria de Cali está envuelto en un aire de leyenda y las circunstancias históricas que la moldearon. Aunque existen varias versiones sobre su origen, muchos historiadores coinciden en que la feria nació a partir de un evento taurino y una tradición agrícola que reflejaba la prosperidad de la ciudad en aquella época.
La fecha clave que marca su inicio es el 28 de diciembre de 1957, fecha de la inauguración de la plaza de toros de Cali.
A partir de ese momento, las familias acomodadas de la ciudad decidieron organizar una serie de actividades en torno a las corridas de toros, creando lo que se conocería como la Feria de la Caña.
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Inicialmente, la feria no era el espectáculo multitudinario que es hoy. El primer desfile, organizado en esta época, estuvo marcado por carros de madera empujados por bueyes y la presencia de las “reinas de la caña”, hijas de empresarios de la industria azucarera.
Estos eventos reflejaban la profunda conexión de la región con la agricultura y el cultivo de azúcar, y se celebraban en un tono elegante que representaba a las clases sociales altas de la época.
La tragedia de 1956: otra historia, pero relacionada
Mientras muchos sitúan el origen de la Feria de Cali en la inauguración de la plaza de toros en 1957, otros citan un hecho más trágico ocurrido en 1956 como punto de partida de esta celebración.
El 7 de agosto de 1956, una terrible explosión cerca de la antigua estación de Cali costó la vida a más de 4.000 personas.
Este evento, que marcó un antes y un después en la historia de la ciudad, estuvo también vinculado a las primeras celebraciones que se realizarían para rendir homenaje a las víctimas y, en un momento dado, encontrar un respiro en medio de la tragedia.
El escritor Medardo Arias Satizábal, quien fue director de prensa en la década de 1990, señaló que una de las versiones más cercanas a los hechos fue la relativa a la explosión de 1956.
Sin embargo, la mayoría de los relatos contemporáneos coinciden en que el establecimiento formal de la feria se solidificó en 1957 con la inauguración de la Plaza de Toros y las celebraciones circundantes.
La salsa y la evolución de la Feria de Cali
Lo que comenzó como un evento vinculado principalmente a las tradiciones taurinas y agrícolas rápidamente se enriqueció con la influencia cultural de la salsa.
A lo largo de las décadas de los 60 y 70, la música salsa comenzó a tener un profundo impacto en la ciudad, convirtiéndose, en las décadas siguientes, en uno de los pilares fundamentales de la feria.
A partir de los años 90, el Salsódromo, uno de los eventos más representativos, se creó como un desfile en el que participaban orquestas de salsa, bailarines y aficionados a este género, que en muchos sentidos definió la esencia de la Feria de Cali.
@tubarconews De Suiza 🇨🇭 a Cali, a participar en el salsódromo #feriadecali ♬ sonido original – TuBarco
Además, la feria comenzó a abarcar una diversidad de eventos entre conciertos, desfiles y fiestas populares de barrio. A partir de 1991 y 1992, la Feria de Cali se consolidó como una de las celebraciones más grandes y completas del país.
Entre folklore, gastronomía, música y danza, la feria representa la amalgama perfecta de tradiciones californianas que se han desarrollado a lo largo de los años.
Una celebración que ahora forma parte del ADN caleño
Hoy, la Feria de Cali es una celebración que se vive no sólo en las calles de la ciudad, sino también en el corazón de los caleños.
Con cada edición, la feria suma nuevos adeptos y su reconocimiento internacional no hace más que consolidar el carácter único de Cali, una ciudad caracterizada por su hospitalidad, ritmo y calidez humana.
Desde 1957 hasta la actualidad, la Feria de Cali ha pasado de ser una celebración local a un evento de renombre mundial, atrayendo a miles de turistas y celebrantes cada diciembre para disfrutar de su ambiente festivo y multicultural.
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