En las primeras jornadas de negociaciones de este 2025, el mercado está viviendo un fenómeno inesperado para algunos analistas e inversores, puesto que si bien el dólar mantiene la senda creciente que se proyectó, hay un producto que inesperadamente está aumentando su cotización, convirtiéndose en una alternativa atractiva.
Todo esto, según los expertos, es una respuesta a las presiones e incertidumbre geopolítica que se ha generado por la expectativa de lo que pasará en países como Venezuela o Estados Unidos, que están próximos a iniciar un nuevo período presidencial, así como los efectos de las guerras en Oriente Medio y Ucrania, que no cesan.
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Se trata del oro, un commoditie que en los últimos días ha alcanzado cotizaciones de hasta US$2.660 la onza y le ha hecho competencia a otras alternativas como la moneda estadounidense y los bonos del tesoro de ese mismo país, que también marcan un rendimiento favorable para los inversionistas.
No obstante, Quasar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, explicó que si bien el oro experimentó durante la jornada del día de ayer un repunte temporal superior al 1%, la presión ejercida por la fortaleza del dólar y el incremento en los rendimientos de los bonos del Tesoro limitaron su capacidad de mantener las ganancias.
La lista con los países con mayores reservas de oro.
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“Este comportamiento denotó la correlación inversa tradicional entre el oro y el dólar, dado que un dólar fuerte tiende a encarecer la adquisición de oro para los inversores que poseen otras divisas”, explicó.
Este experto agregó que los recientes datos económicos de EE. UU. añaden una capa adicional de complejidad, en la que el aumento en las ofertas de empleo, reflejado en el informe Jolts (de mercado laboral) que superó las expectativas con 8,1 millones de vacantes y la aceleración en la actividad del sector servicios, demuestran la solidez de la economía estadounidense.
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“Sin embargo, el repunte en los precios del sector servicios, con un índice del 64,4%, el más alto desde enero, genera inquietudes sobre una inflación persistente. La resiliencia del mercado laboral estadounidense, aunque positiva para la economía en general, introduce un elemento de incertidumbre para el oro, ya que reduce la probabilidad de recortes agresivos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal”, dijo Elizundia.
Para entender mejor lo que está pasando, el analista de Pepperstone indicó que esta perspectiva se ve reforzada por el desplazamiento de las expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed, ahora postergadas hasta prácticamente la segunda mitad de 2025, mientras Un entorno de tasas de interés más altas tradicionalmente ejerce presión sobre el oro, ya que este último no ofrece rendimiento.
¿Cuál fue el precio del dólar el 1 de enero de 2025?
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“La postergación de los recortes de tasas por parte de la Fed impacta directamente en el atractivo del oro como activo refugio”, resaltó.
El oro resiste
A pesar de estos factores adversos, Quasar Elizundia fue claro en que el oro ha encontrado cierto respaldo en la incertidumbre geopolítica, particularmente en relación con las posibles políticas arancelarias.
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“Las declaraciones sobre la imposición de aranceles a Canadá, México, China e incluso a los países Brics, han añadido un componente de riesgo al panorama económico global. En momentos de incertidumbre política y económica, el oro resurge como un activo de refugio seguro”, sentenció.
Dicho esto, acotó que “además, la continua acumulación de oro por parte del Banco Central de China por segundo mes consecutivo refuerza la demanda física del metal, ofreciendo un soporte adicional a los precios”.
Inversión
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En este sentido manifestó que los operadores del mercado aguardan con interés la publicación de nuevos datos de empleo en Estados Unidos, incluyendo el crucial informe de nóminas no agrícolas, así como las actas del Comité Central de la Fed, en busca de señales más claras sobre la dirección futura de la política monetaria.
“En este contexto, el oro se encuentra en una encrucijada, navegando entre la fortaleza del dólar, las presiones inflacionarias, las expectativas sobre la política de la Fed y la creciente incertidumbre geopolítica. Esta compleja interacción de factores continuará definiendo la trayectoria del metal precioso en el futuro cercano”, concluyó.
