De noche, la marea es alta. Las olas chocan contra la playa y su sonido se asemeja al de una volqueta de piedras descargando en el suelo. Las chicharras anuncian el verano y se escucha una infinidad de sonidos de animales.
(Lea: Guía para disfrutar de Nuquí, paraíso entre la selva y el mar)
Es un privilegio estar entre la selva chocoana y el océano Pacífico. Es un paisaje diferente que contrasta con el conocido Caribe: playas grises, morenas, lisas, y un mar azul oscuro. El panorama…