En Nariño, el Patrullero Juan Carlos Figueroa Rosas, conocido como “El Intérprete”, transforma su comunidad al enseñar lengua de señas. Su iniciativa, que comenzó como un proyecto personal, ahora promueve la inclusión y la integración, permitiendo a familias y personas con discapacidad auditiva conectarse y participar activamente en la sociedad.
Noticias Nariño
En el departamento de Nariño, el nombre de Juan Carlos Figueroa Rosas se ha convertido en símbolo de inclusión. Este Patrullero de la Policía Nacional, conocido por muchos como “El Intérprete”, ha trascendido las funciones tradicionales de su labor policial, dedicándose a derribar barreras de comunicación mediante la enseñanza del lenguaje de señas.
Su historia comenzó en las calles, al reconocer la necesidad de facilitar la comunicación para personas con discapacidad auditiva. Motivado por la falta de herramientas inclusivas, decidió aprender y compartir este lenguaje, convirtiendo una inquietud personal en un proyecto que ha impactado profundamente a su comunidad.
Con clases dirigidas a niños, jóvenes y adultos, el Patrullero Juan Carlos no solo enseña señas, sino que fomenta el respeto y la integración. Familias completas han encontrado en este espacio la oportunidad de conectar con sus seres queridos y comprender realidades que antes les eran ajenas.
La respuesta de la comunidad es masiva y positiva. Lo que alguna vez fue un esfuerzo individual se transformo en un movimiento que promueve la inclusión, demostrando que la comunicación no tiene límites cuando hay voluntad para aprender y entender.
“El Intérprete” es más que un policía; es un agente de cambio que recuerda a su comunidad la importancia de escuchar y respetar las diferencias. Su trabajo deja una lección clara: una sociedad inclusiva es aquella que valora la diversidad y se esfuerza por integrar a todos sus miembros.
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