Por estos días Mauricio Cújar cumple a cabalidad ese proceso que rodea a los actores en lo cotidiano. Una semana el cabello está largo, después hay barba y bigote, por ahora sólo el mostacho, se entrena en casa, hace casting, en fin, espera, porque hay propuestas y en una de ellas va a encajar para dar vida a un personaje.
Acaba de vivir una buena experiencia con la interpretación más reciente, donde no sólo el papel le dio reconocimiento, hizo parte de uno de los proyectos…