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El reto de reforzar viviendas

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Después del sismo del 17 de agosto, más de 300 casas registran afectaciones, especialmente en la zona céntrica de Villavicencio.   

Por Luissa Fernanda Pérez

Más de 20 días han pasado desde el día en que la tierra sacudió la capital metense y gran parte del país, con un sismo de magnitud 6.1 en la escala de Richter. Las fisuras en viviendas son los vestigios de ese susto que cuestionó la preparación de la ciudadanía, pero también la resistencia que tendrían las construcciones, especialmente los hogares de los habitantes. 

Según Reynaldo Romero, director de la Unidad de Gestión de Riesgos del municipio, se recibieron más reportes en llamadas que hicieron aquellas personas que tuvieron afectaciones en sus viviendas: “hasta el momento, se tienen registrados más de 300 reportes de viviendas con algún tipo de afectación por el sismo del 17 de agosto“, dijo el funcionario.

El sector que más registra reporte es la Comuna 2, que corresponde a la zona céntrica de la ciudad, con 38 reportes siendo atendidos hasta la fecha 24 casos. Romero agregó que el grado de gravedad no compromete daños severos en las edificaciones: “la mayoría de las afectaciones reportadas no son estructurales y no comprometen la integridad de quienes residen en las viviendas“, indicó.

Sin embargo, el ingeniero Juan Fernando Lozada, quien participó en algunas visitas que realizó la UGRD para la verificación de las viviendas, expresó que, si bien los daños solo fueron superficiales, estos podrían representar un peligro para sus habitantes teniendo en cuenta el número de casas que registraron daños. 

En la mayoría de ellas hay daños en los llamados elementos no estructurales que son los divisorios, muros, enchapes, ventanas, pañetes, que no comprometen un riesgo en la estructura, ni la seguridad de esta“, explicó.

El profesional aseguró que cuando ocurre un sismo la mayoría de las muertes ocurre por el colapso de elementos no estructurales:tiembla y la estructura principal puede que soporte el sismo, pero a veces se rompen muros, ventanas o se desprenden elementos de la cubierta y el mayor número de víctimas fatales en sismos, no corresponde al colapso de la edificación“. 

Según Lozada, la inspección de las viviendas fue visual, para edificaciones fue un poco más profunda con el objetivo de verificar si ese sismo dañó los elementos principales como columnas o vigas, que pueda representar un riesgo para la estructura.

En algunas de las viviendas que visitamos, los propietarios manifestaron que las casas eran de más de 50 años, las normas son prescriptivas, eso quiere decir que va a contar con unos requisitos mínimos para que la construcción sea una estructura sea sismorresistente, si antes no los había, se efectuaba de manera informal. Hubo un caso que tuvo bastantes afectaciones, a pesar de que la inspección fue visual, se evidenciaron unas fracturas importantes en los muros y comprometen la seguridad y estabilidad tanto de los residentes como de la estructura, si llega a ocurrir un sismo de una magnitud igual o superior, provocaría un colapso“, aseguró el ingeniero.

Resaltó que la mayoría de las viviendas construidas en el país obedece a un sistema que se llama mampostería confinada, cuando se hace de manera informal se utiliza este sistema, que a la luz de la norma no podría considerarse un sistema estructural. 

Ante esto, la Asociación de Ingeniería Sísmica que expide las normas de construcción y diseños sismorresistentes, expidió un documento en donde las viviendas hechas bajo esta modalidad deben ser reforzadas: “en pocas palabras esa norma lo que trata de hacer es que a esas casas que intentan ser mampostería confinada, construirle unos elementos estratégicos para que de cierta manera ya se parezca a un sistema sísmicamente estructural“.

Lo ideal es que quienes tengan casas antiguas o construidas bajo la modalidad de informalidad, que no cumplan con los requisitos de seguridad sismorresistentes, tengan que ser intervenidas por un profesional, con el propósito de proveer a esa estructura un poco más de soporte. 

La filosofía de la norma es salvaguardar las vidas y los bienes materiales, ese es el propósito principal de las normas, hoy en día lo hacemos con una serie de requisitos”, puntualizó el profesional. 

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Written by jucebo

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