El fundador de Amazon, Jeff Bezos, recibirá pronto un superyate de 500 millones de dólares, una construcción tan grande que deberá incluir su propio “yate de apoyo” con helipuerto.
El majestuoso yate se ha convertido en un símbolo de la creciente industria de la construcción de barcos que está prosperando como nunca antes, gracias -en gran parte- a la pandemia de COVID-19, que ha hecho aún más ricos a los multimillonarios más importantes del mundo, según un análisis de Bloomberg.
Se espera que el hombre más rico del mundo –que actualmente tiene un valor de 191.000 millones de dólares- reciba pronto su yate Y721, que estará terminado el mes que viene, años después de haberlo encargado, detalla el portal.
Cuando esté terminado, tendrá 127 metros de eslora, varias cubiertas y tres enormes mástiles, según la escasa información disponible en el sitio web de su fabricante y en varios tablones de anuncios online de aficionados a la náutica. Será uno de los mayores veleros jamás construidos en los Países Bajos, la capital oficiosa de la construcción de barcos para los más ricos.
Jeff Bezos y su compañera piloto de helicóptero, Lauren Sánchez, han encargado un segundo “yate de apoyo” para su superyate, que además contará con un helipuerto. Dicho yate de apoyo no está incluido en esa estimación inicial de 500 millones de dólares.
Es el último accesorio -junto con el Washington Post, las películas, el escándalo de los tabloides- que anuncia la transformación del magnate de Amazon a tecnólogo friki megabillonario.
El covid-19 no era un factor cuando Bezos hizo su pedido hace un par de años, pero ha contribuido al auge del sector. Aunque el encargo de la llamativa construcción fue mucho antes de la pandemia, Bezos ha sido uno de los que más se ha beneficiado de que la gente de todo el mundo recurra a Amazon para comprar durante los encierros en el mundo entero.
Tan solo el año pasado, añadió 75.000 millones de dólares a su patrimonio, ya que las acciones de Amazon se dispararon debido a los bloqueos de la pandemia.
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Una industria creciente
La construcción del superyate de Jeff Bezos, es una de las grandes muestras de una industria ferozmente secreta que, según todos los indicios, ha prosperado como resultado directo del covid-19, y una cruda encarnación del creciente abismo entre las fortunas de los superricos y el resto del mundo.
Los constructores de yates temían inicialmente una desaceleración cuando comenzó la pandemia, pero en cambio, se vieron desbordados por los pedidos, ya que las personas más ricas del mundo añadieron 1,8 billones de dólares a su fortuna colectiva.
La vida en el mar es atractiva para muchos, ahora que los eventos sociales ostentosos se cancelan en tierra y las celebridades y los influencers a menudo se ven obligados a permanecer en casa.
“El mercado se ha disparado”, explicó Sam Tucker, jefe de investigación de superyates en VesselsValue, con sede en Londres. El número de transacciones en los últimos trimestres “ha batido récords: el mercado de segunda mano está absolutamente al rojo vivo”.
En todo caso, la demanda de yates de alta gama ha superado a la oferta. “Es imposible conseguir un hueco en un astillero de nueva construcción”, afirma Tucker. “Están totalmente reservados”.
Es probable que Bezos quiera mantener la humildad con respecto a su nueva y asombrosa compra, detalla Bloomberg, ya que recientemente, el también multimillonario David Geffen fue criticado por hacer alarde de su vida pandémica en su propio superyate: Rising Sun.
A esta creciente ola de famosos que buscan aislarse en el mar, se une el reconocido director y productor, Steven Spielberg, quien también ha encargado un nuevo yate, según tres personas familiarizadas con los planes del director, que no estaban autorizadas a hablar públicamente de ello. Su actual yate fue puesto a la venta recientemente por unos 158 millones de dólares.
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