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Montería. El viacrucis de las hicoteas en Semana Santa inicia con la caza indiscriminada para ser vendidas por su apetecida carne y huevos.
Al ser sacadas de su hábitat natural empieza el calvario, son apiñadas en grupos de hasta 30 hicoteas en costales de fique y transportadas mayoritariamente en vehículos hacia las cabeceras municipales dónde son comercializadas.
Aquellas que logran ser recuperadas por la Policía los puestos de control son llevadas hasta el Centro de Atención y Valoración de Fauna CAV de la CVS en Montería.
“Una vez llegan aquí se someten a un proceso de conteo, se realiza morfometría, se mide y se pesa animal por animal, identificamos su sexo, abrimos una historia clínica a cada una de las hicoteas que llegan a este centro y automáticamente se ingresan a los ambientes para la hidratación”, explicó Alberto Muñoz, coordinador del Centro de Atención y Valoración de Fauna de la CVS.
24 horas después se le suministran alimentos y empieza la rehabilitación de las que llegaron maltratadas, aquellas que logran recuperarse son liberadas vez termina la temporada de Semana Santa.
“Llevamos los especímenes a sus lugares de origen, por ejemplo, aquellas que fueron extraídas del complejo cenagoso de Ayapel se liberan en esa misma ciénega, así como las que extrajeron de la ciénaga grande de Lorica o de San Marcos, esto lo hacemos por cuestiones estrictamente genéticas no podemos mezclar las hicoteas de la zona donde la carga ambiental es diferente, aunque sean de la misma especie”, agregó Muñoz.
En el departamento de Córdoba a la fecha ya se han decomisado más de 1.044 hicoteas, la cifra se mantiene con relación a los años anteriores.
Fuente: larazon.co