Los ingresos externos por concepto de remesas de trabajadores que recibe el país han venido aumentando en los últimos años a tasas superiores al crecimiento de la actividad económica, lo que ha llevado a que su proporción con respecto al producto interno bruto (PIB) alcance un máximo histórico de 2,8% en 2024, cuando hace una década apenas representaban el 1,1% del PIB.
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Así lo menciona un análisis de Jorge Toro, editor del blog del Banco de la República, quien menciona que luego de la contracción de 3% que experimentaron las remesas en 2020 por los efectos de la crisis económica mundial que generó la pandemia, en 2021 estas tuvieron un notable repunte al alcanzar un crecimiento de 24%, debido en buena medida a las ayudas que los gobiernos donde residen los emigrantes ofrecieron a los hogares para sortear la crisis.
Luego, según el análisis, siguieron creciendo a una tasa promedio anual cercana al 10%, y en 2023, las remesas que recibió el país superaron por primera vez los US$10.000 millones.
El crecimiento de las rentas de trabajadores hacia Colombia las ha convertido en un apoyo cada vez más importante de las familias en el país al alcanzar en 2023 el 3,6% del ingreso disponible y el 3,9% del consumo de los hogares.
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Esta ayuda cobra especial importancia porque se trata de un ingreso que no está sujeto a los vaivenes de la economía local, lo que en muchas ocasiones les permite a los hogares amortiguar dificultades ante situaciones de desempleo u otras contingencias.
Además de contribuir al sostenimiento del hogar, las remesas también se destinan a propósitos importantes como la educación de los hijos o la inversión en materia de vivienda, ya sea para uso de la familia o para generar un ingreso adicional al hogar del emigrante.
Varios estudios han mostrado que las remesas de los trabajadores son resultado de un proceso migratorio. De allí la importancia de resaltar el incremento de la población colombiana residente en el exterior debido a un importante flujo migratorio durante la última década, el cual se ha vuelto particularmente intenso en los últimos tres años.
Hay que recordar que en junio pasado las remesas superaron por primera vez US$1.000 millones de dólares mensuales. Ello a su vez ha incidido en un fuerte incremento del número de personas que están recibiendo estas ayudas en Colombia: de algo menos de un millón de personas en 2016, esta cifra ascendió a 2,1 millones de colombianos en junio de 2024.
Países de origen
Los emigrantes colombianos se localizan principalmente en los Estados Unidos y en España. Es así como en el año 2020, de acuerdo con cifras de Naciones Unidas, el 45% de la población colombiana residente en el exterior (sin incluir los colombianos que vivían en Venezuela) se ubicaba en EE. UU. y el 25% en España. De allí la relevancia de tratar de ilustrar la situación económica de la población colombiana en esos países, puesto que además del número de emigrantes propiamente dicho, las remesas también dependen de sus ingresos, las ocupaciones y las oportunidades de encontrar trabajo.
A este respecto, puede observarse que la ocupación laboral de los colombianos en EE. UU. en las actividades relacionadas con servicios (que incluyen “ventas y oficina”) es significativa y supera la del promedio de todos los migrantes.
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Esto representa un beneficio importante para los colombianos migrantes en ese país, si se tiene en cuenta que el sector servicios genera más del 75% del PIB de EE. UU. y que la tasa de desempleo en ese sector es inferior a la que se registra para el total nacional.
Dice el análisis que se estima que el valor mensual promedio de la remesa por receptor se ha mantenido cercana a su monto histórico, oscilando entre los US$470 y los US$506 mensuales.
HOLMAN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ
Periodista de Portafolio