En el Día de la Lechona Tolimense hablamos con la tradicional Lechonería Eduvina que desde 1885 ofrece el producto típico
Como una tradición familiar que viene de generación en generación y siguen firmes desde el año 1885; la Lechoneria Eduvina sigue ofreciendo los mejores productos típicos del departamento del Tolima además de mantenerse en la vanguardia cómo una de las mejores lechonerías del departamento.
Así las cosas, desde sus inicios han marcado como tradición el brindar un producto exquisito para los paladares, trabajando con carne de alta calidad, que sea 100% carne de cerdo y fresca, todo esto se lleva al horno y es allí donde el secreto familiar hace su magia para que el cuero quede con ese crocante que a todas las personas les gusta.
El tamal con lechona, la exquisita y crocante lechona, rellenas y empanadas de lechona. Son los productos que les ha permitido seguir firmes y ser pioneros además de líderes en los platos típicos del Tolima.
A continuación, conozca algunos tips que nos dio Lizeth Duarte, asistente administrativa de la Lechonería Eduvina de cómo preparar una buena lechona:
1) A nosotros nos llega lo que es carne y cuero para la elaboración. Igualmente, la arveja por bultos, que después se lava, se deja una noche en agua y al otro día se pone a hervir.
2) El día anterior también se sala la carne y se adoba. Al otro día con la arveja y carne lista, se procede a rellenar el lechón.
3) Finalmente, se le echa una capa de arveja, una de carne, se cose y se mete al horno. Más o menos en el horno puede durar entre diez y doce horas. De ahí sale lista para comer, con su cuero bien crocantico y de buen sabor, como siempre.
No puede faltar el acompañan, que llaman insulso. «Es a base de maíz blanco. Se muele, se deja dos o tres días en agua, se muele de nuevo y luego se hace un agüita que quede bien espesa. Se pone a hervir con panela, clavos, canela, mantequilla, uvas, hasta que quede color caramelo y quede bien espeso. De ahí se pone en latas o en hoja de biao a cocinar en el horno de las lechonas, más o menos tres horas hasta que la masa quede durita.