Desde el viernes pasado las redes sociales viralizaron un video en el que una mujer relata cómo se dañó un muro en su antejardín y removió problemas de hace casi 20 años.
Para llegar a la casa 19 en la manzana 6 del barrio Panorama II, hay que entrar por una peatonal llena de antejardines con cerramientos, lo primero que se puede pensar es que así las entregó la constructora, porque hasta se ven uniformes. Pero la realidad es otra y la cuenta la señora Dora Libia Grajales: “Soy una mujer cabeza de familia, con los subsidios del gobierno, la caja de compensación y los ahorros, por fin pudimos hacernos a la casa propia. Le pedí a la constructora que me dejara una casa esquinera, porque pensaba en un emprendimiento”.
Tal cual, según su relato, Codinsa le entregó la casa que había pedido, lo que no le dejó en claro es que esta quedaba sobre una pendiente, lo que comúnmente se denomina ‘voladero’. doña Dora peleó y lo único que consiguió como respuesta fue que le dijeran que solo le podían devolver sus ahorros, pero no los subsidios y ‘después de ojo sacado, no hay Santa Lucía que valga’.
La señora Grajales recuerda que sus vecinos empezaron a cerrar y como ella es la última de la cuadra, le dejaron como alternativa el ‘voladero’ para ingresar a su vivienda. El paso a seguir fue: “Nunca he negado que amplié sobre espacio público, no tenía de otra, me tomé el espacio exacto de la peatonal”, mientras habla señala con el pie el lugar por donde iba originalmente el andén.
Empezaron los dilemas
Por el frente de la casa de la protagonista de esta historia empezaron a pasar vacas, caballos, consumidores y parejas también a consumar su amor. Los niños hacían de las suyas en las tardes, desde ahí arrojaban piedras a los techos del barrio Terranova que se construyó antes que Panorama, según informan los vecinos y una vez rompieron un techo. “La única solución que vi fue ampliar más para que la gente no se siguiera metiendo, pero de ahí abajo sacaron colchones, cajones, impresionante. Después entre todos sembramos árboles, porque estaba el barranco pelado”.
Si la persona que busca esta vivienda quisiera ingresar por la avenida principal del barrio, no lo puede hacer, porque el vecino de la parte de atrás de Dora Libia levantó una edificación de cuatro pisos y escaleras por fuera de la edificación, al parecer también en espacio público y por cierto no se le ve el aviso con el permiso que otorga la curaduría.
A la medianoche del jueves
El perro de doña Dora empezó a hacer mucha bulla y ella se levantó a regañarlo, porque no iba a dejar dormir a nadie. “Los animales se anticipan, me acosté otra vez pero sentía que traquiaban cosas, después sentí un estruendo tan fuerte, como si hubieran tirado un montón de costales y pensé se metieron los ladrones. Cuando vi lo que pasó fui a hacer una aromática para los nervios y no había agua”.
El asunto del agua
Ante las insistentes llamadas de tantas personas por el corte de agua, los funcionarios de Aguas y Aguas llegaron a buscar el origen del daño y el equipo especializado les indicó ese mismo lugar, por lo que hicieron tres huecos de 15 de profundo, dice ella, dos afuera del cerramiento de Dora y otro más en el cerramiento del su vecino que colinda por el lado de la peatonal. Con esta intervención inmediatamente se restableció el suministro, lo que indica que la grieta que bordea casi toda la casa y sigue por la cima del barranco tuvo como origen una filtración.
“Llevo tres días sin dormir pensando en esto, el domingo fue un desfile de personas, los de la Diger, los de Infraestructura, los de Aguas y Aguas, los de Control Físico, bomberos y un montón de personas que vinieron a mirar, a saciarse de la tragedia ajena. En este momento siento a toda la comunidad en mi contra, estoy en el ojo del huracán porque es mi casa y a raíz del video que subí me empezaron a decir que las casas de ellos pierden valorización”.
Dato
Los residentes de Terranova han solicitado en repetidas oportunidades el acompañamiento de la Alcaldía y la visita de un geólogo para estar tranquilos, pero ni lo uno, ni lo otro.
“Está bien que tumben lo que hice, pero que me hagan entonces una entrada digna”. Dora Libia Grajales.