En días pasados llegó la denuncia ciudadana sobre los perjuicios que causa la producción empresarial del restaurante Sayonara, para las personas que residen en torno a ellos. El asunto empezó desde principios de este año, cuando los desperfectos del extractor de este restaurante hicieron que aparte del humo tradicional que sale normalmente de todos los establecimientos dedicados a la culinaria, se escucharan ruidos en elevados decibeles que afectaban el desarrollo de las actividades normales para las otras personas del lugar y como si fuera poco, el hollín y el olor a grasa se apoderaron en especial de uno de los apartamentos.
Así es la queja
Catalina Acevedo se convirtió en la cara visible de los habitantes de las unidades residenciales como el edificio Adrianópolis que consta de 30 apartamentos que son vecinos de la calle 7 con avenida Circunvalar N°14-43, sede del restaurante y foco del problema. “Yo vivo exactamente al lado de Sayonara, ellos siempre han tenido una chimenea chichipata y nosotros nos aguantábamos el humo, porque sí, porque nos acostumbramos, pero en mi casa uno camina y sale como unos rollitos de hollín. Resulta que en febrero esa chimenea se dañó y empezó a sonar como una matraca, impresionante, con ese sonido que era como una retroexcavadora en mi sala estuve seis meses”.
La denunciante conoce de manera cercana a Ana María Osorio, la propietaria del establecimiento, la que según el relato le decía que lo iba a solucionar, que estuviera tranquila, que estaba agradecida por la paciencia y “me mandaba barquillos, bueno mejor dicho”, le decía también que estaba encargando el repuesto, que ya no lo había y que había que mandarlo a hacer, “después empezó a decirme que ella no sabía nada de extractores y yo empecé a averiguar y acá en la Circunvalar, realmente los extractores están bien puestos, estamos hablando de su restaurante estrella y yo con el problema, aguante ruidos y empecé a fijarme que mi casa olía a grasa”.
Seis meses después, por fin cambiaron la ‘matraca’, pero lo hicieron por un extractor grande que es, según Acevedo, el que se usa para esta actividad. “Pero no solo es comprarlo, se debe adecuar con carbón activado, y ponerle filtros de gases y humo. Al poner un extracto de ese tamaño, eso se volvió como un quemadero de basura y todo ese humo se me está entrando todos los días de mi vida, porque desde las 6:00 a.m., fritan la tocineta para los desayunos, es una cosa de todos los días hasta las 11:30 p.m., mantengo una tos permanente que me hizo ir donde el médico y ni hablar de los calores infernales”.
Doña Catalina dice que la están enloqueciendo y arrinconando, porque le tocó cambiarse de cuarto. Además, ella permanece en el apartamento, porque al ser artista también es su lugar de trabajo y que acabaron con su calidad de vida. “Por todos los medios le pedía ayuda a Ana María y me contestaba, tranquila que voy a desmontar Manizales y todo lo que usaba allá lo voy a poner acá. Pero a la fecha (primera semana de octubre) no puso nada”.
Las acciones que se han realizado
La Administración del edificio radicó una carta en la Secretaría de Salud, hace semana y media, “hay otra radicación en Gobierno, yo siempre pensé que la propietaria iba a hacer lo correcto, por eso aguanté tanto. Y lo más increíble es que promocionan empaques ecológicos. ¡Qué falsedad!”.
El derecho de petición que se envió a la doctora Ángela María Rincón de la Secretaría de Salud, tiene fecha del 2 de octubre, la entrevista a la señora Acevedo, fue el 6 del mismo mes y solo hasta ayer en la tarde, al momento de escribir esta nota la afectada reportó que mermaron pero no terminaron las afectaciones. Lo que resulta muy curioso es que este año las denuncias del desorden y la falta de autoridad en la Circunvalar, van desde los vendedores informales, pasan por el mal uso del suelo y llegan hasta el ‘desmadre’ que se forma en las noches, como si fuera literalmente la ley de la jungla, intocable por cierto, porque nadie conoce el actuar de la funcionaria Orlyana Marín, en beneficio de la comunidad.
Respuestas por parte de Sayonara
Al César lo que es del César y todo hay que decirlo, la atención por parte de la propietaria y su equipo administrativo, siempre fue oportuna y cordial. A continuación se relacionan las diferentes respuestas por parte de ellos:
Siu Kit Zico Lau, coordinador de Operaciones de Sayonara fue el primero en responder: “Gracias por permitirnos aclarar la situación que indica la persona que hace la solicitud, para nosotros es muy importante cumplir nuestro propósito de marca y es crear puentes a la felicidad no solo de nuestros clientes, externos e internos, sino también de la comunidad que hace parte de nuestro entorno y por ello trabajamos también en solucionar este tipo de inconvenientes técnicos que se pueden presentar en cualquier momento, para el bienestar de todos”.
Ana María Osorio, la propietaria, contestó al requerimiento desde el exterior y dijo atender con gusto el 18 de octubre que regresa al país. Además, autorizó la entrada al restaurante para observar las soluciones a este problema de lo que se hará relación a continuación y dijeron también que solicitaron una visita a la Secretaría para que les revisen todo y así saber cómo más pueden aportar a la tranquilidad de los vecinos.
Por su parte William Castro, director de Mercadeo, aportó fechas y 23 acciones que han realizado de las que se extrajeron las más significativas así: marzo 16, se instaló el ducto y extractor con 15 pulgadas; marzo 25, se reporta que el extractor no cumple con el funcionamiento y el técnico les informa que es inconveniente del motor y que deben realizar el cambio del extractor instalado el 16; abril 23, se instala el extracto anterior reparado y con arreglo de hélice y motor por Hierros del Otún; junio 15, se enviaron los barquillos a los afectados para informarles que buscaban las soluciones pertinentes; julio 21, instalación de extractor nuevo con ductería; agosto 5 y 11, visita para revisión de decibeles e instalación pared en superboard para bajar ruido y dirección del humo, y octubre 6, se instalan los filtros para recolección de grasa.
Cifra
50 años de tradición tiene este restaurante y 20 como vecino de la Circunvalar.
Dato
La denunciante dice que los extractores de Sayonara en centros comerciales están perfectamente puestos y manejan un volumen de pedidos bastante inferior al de la Circunvalar.