Un remolino de diez metros de alto aproximadamente se formó en una de las playas del balnearios de Tolú (Sucre) y de inmediato los curiosos expresaron que se trataba del diablo envuelto en la arena.
Esa eran la creencias de las personas hace muchos años en los pueblos y donde vivía el fenómeno natural, de inmediato quien lo presenciaba se santiguaba.
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“En el nombre del padre, del hijo y del espíritu Santo decía uno,…