Mientras un grupo de niños jugaba en la zona boscosa que está alrededor de la quebrada que atraviesa el barrio Compostela (Usme), el cuerpo sin vida de un hombre era arrastrado por la corriente de agua sin que nadie lo notara, hasta que uno de los infantes se percató de lo que estaba pasando y gritó: “¡un muerto, un muerto!”, con tanta naturalidad como si esto fuera el pan de cada día en este sector.
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Este hecho alertó a varios residentes de la zona, quienes apresurados se asomaron, llevados por la curiosidad, para confirmar si el menor estaba en lo cierto. ¡Y no se equivocaba! Minutos después de este hallazgo, una patrulla de la Policía llegó hasta el lugar y acordonó la zona en la que minutos antes se había atascado el cuerpo.
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Eso la noticia corrió rápido, porque fue a plena luz del día que lo encontraron. Nadie sabe si fue que lo lanzaron en la madrugada o qué, pero como ha llovido un poco por estos días, la corriente del río lo alcanzó a arrastrar y por eso fue que todos nos dimos cuenta. Hasta los bomberos llegaron a ayudar a sacar el cadáver. Lo poco que pude ver fue que se trataba de un muchacho joven”, añadió una mujer en el barrio.
Ninguno de los vecinos reconoció al occiso, como tampoco llegaron familiares, por lo que se descarta que viviera cerca al lugar de los hechos. Tampoco se tiene claridad de la forma en la que fue ultimado, pues dicen que tenía heridas abiertas, pero por la apariencia del cuerpo no se pudo establecer con qué arma fueron producidas.
El hallazgo
A las 2 de la tarde del sábado, a plena luz del día y mientras las familias de la Carrera 10D este con Calle 81A sur estaban almorzando, salió a la luz el cuerpo inerte de un joven (que no portaba documentos de identidad) en medio de las aguas contaminadas y los desechos de una quebrada.
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Dicen que el joven habría sido asesinado horas antes, es decir sobre la madrugada del sábado, ya que el cadáver no se encontraba en estado de descomposición y la ropa que llevaba puesta no estaba desgastada producto del agua ni del clima.
Lo más extraño de todo es que los homicidas sabían lo que hacían, porque por acá no hay cámaras de seguridad y esto es muy solo y oscuro después de las 6 de la tarde. Además, nosotros no escuchamos disparos ni nada extraño. ¡Vaya uno a saber si lo mataron en otro lado!”, agregó una moradora del mismo sector.
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