No faltaron ayer las quejas entre los conductores que se acercaron a las estaciones de servicio con el fin de repostar combustible. La razón fue el reajuste de 150 pesos en el valor del galón, el cual quedó en 9.180 pesos, en el caso de la gasolina, y en 9.018 para el diésel. “Todo sigue subiendo”, señaló el taxista Álvaro Martínez mientras esperaba su turno para llenar el tanque en Bogotá.
Y ese escalón apenas sería el comienzo de una larga seguidilla de incrementos…