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La Gobernación de Norte de Santander ha invertido 8.119 millones de pesos en el Programa de Alimentación Escolar.
Con una inversión de 1.740 millones de pesos, que se sumaron a los más de 6 mil millones iniciales, comenzó la segunda fase de la implementación del plan piloto del Programa de Alimentación Escolar (PAE) por parte de la Gobernación, el cual busca llevar la ración caliente a las escuelas que no tienen comedor.
El acto oficial fue liderado por el mandatario Silvano Serrano, quien destacó esta importante iniciativa, para avanzar en una nueva modalidad del PAE, la cual se desarrolla desde el año pasado en Salazar de la Palmas y sustituirá a las raciones industrializadas en las instituciones educativas de las zonas rurales de la región.
Serrano recalcó que han destinado 8.119 millones de pesos para garantizar a 116 mil estudiantes su alimentación hasta el último día del calendario escolar y enfatizó que por primera vez en la historia se hace una inversión tan grande en Norte de Santander para entregar el menaje necesario que requiere el PAE.
“Esta modalidad busca reemplazar de manera gradual la modalidad industrial y creo que ha sido novedoso, tal vez seremos de los primeros departamentos que nos estamos arriesgando a esto, porque no es fácil pasar a una comida caliente transportada”, expresó.
En las instituciones serán distribuidos 26.360 portas plásticos resisten a alta temperatura e igual número de vasos plásticos con rosca, para la bebida; 1.382 termómetros de cocina, para medir el calor de las raciones; canastillas para el traslado de alimentos; y 755 mesas plásticas de cuatro puestos con 3.020 sillas.
El gobernador subrayó que el plan piloto en Salazar, en donde se ha atendido a unos 200 alumnos de dos instituciones, ha dado satisfactorios resultados. Destacó que esta modalidad del PAE busca combatir la deserción escolar y brindar los alimentos que requieren los niños y adolescentes.
Finalmente, afirmó que el operador debe garantizar la calidad de las raciones e invitó a alcalde, rectores de planteles y padres de familia a ser los veedores de esta política educativa, para identificar las irregularidades que se puedan presentar y corregirlas.
Leonardo Favio Oliveros Medina
