En un esfuerzo conjunto por preservar a las abejas meliponas, también conocidas como «angelitas», la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) y la Fundación Bioentorno están llevando a cabo un proyecto de conservación en los municipios de Chinácota, Pamplonita y Durania, en el departamento de Norte de Santander. Estas abejas nativas sin aguijón están en peligro de desaparecer, y su preservación se ha convertido en una prioridad para asegurar la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
El proyecto tiene como objetivo la reproducción y protección de las abejas meliponas, que cumplen una función esencial en la polinización de plantas y cultivos, lo que contribuye a la seguridad alimentaria y la conservación de los ecosistemas. En esta iniciativa, se han entregado 18 colmenas a 9 familias campesinas, cuyo compromiso con la biodiversidad y la sostenibilidad ha permitido que estos valiosos polinizadores nativos se mantengan en la región.
Las abejas meliponas son cruciales para la polinización y la producción de miel, que tiene beneficios medicinales y culinarios. Además de su importancia ecológica, esta iniciativa también se traduce en un impacto positivo en la vida de las familias beneficiarias, ya que la producción de miel puede generar ingresos económicos adicionales y fomentar la sostenibilidad económica en las comunidades rurales.
Yovany Bermonth Galvis, profesional de la Subdirección de Planeación y Fronteras de Corponor, enfatizó la importancia de proteger a las abejas nativas sin aguijón debido a su función vital en la polinización de cultivos y su papel en los servicios ecosistémicos. También subrayó que es crucial evitar el uso de insecticidas que puedan dañar a estas especies.
Adriana Miranda, Coordinadora Nacional de la Fundación Bioentorno, elogió la colaboración entre instituciones y comunidades para promover el desarrollo sostenible en la región. La preservación de las abejas meliponas no solo es un beneficio ambiental, sino también una oportunidad para fortalecer la sostenibilidad económica y social de las comunidades involucradas.
La ejecución del proyecto ha sido exitosa gracias al compromiso y responsabilidad de las familias beneficiarias, quienes han cuidado estratégicamente las colmenas y han creado entornos favorables para la reproducción de estas abejas. La esperanza es que estos esfuerzos puedan expandirse a más comunidades y municipios en el departamento, tanto en zonas rurales como urbanas, para garantizar la sostenibilidad y protección de esta especie amenazada y vital para el equilibrio de los ecosistemas.